El vertido de aguas contaminadas en el oceano pacífico provenientes del accidente nuclear en la planta de energía nuclear Fukushima Daiichi comenzó este jueves 24 de agosto Japón. Un millón de toneladas de agua radioactiva depurada por ALPS serán vertidas en un proceso que se extenderá durante décadas, esta acción cuenta con el aval de OIEA y forma parte un plan presentado y aprobado por el gobierno japonés hace dos años.
El origen del accidente fue la destrucción de la planta nuclear de Fukushima tras el terremoto y posterior tsunami que azotó a Japón en el año 2011.
La acción ha sido sancionada por protestas masivas de la población no solo de Japón sino de otros países. El Gobierno Chino calificó la acción como el vertido de aguas contaminadas en el Oceno como algo «egoísta e irresponsable». Para tratar de evitar esta acción se recaudaron 60.000 firmas en una petición solicitandole al Gobierno la suspensión inmediata de la medida, tal como informó CTGN Español.
Hablan los expertos.
Numerosos expertos también han criticado la medida apuntando que el gobierno está desestimando los daños ambientales de la medida y la consecuente preocupación de los ciudadanos.
El nivel de contaminación es altamente elevado, las aguas contienen más de 60 radionucleidos, más del 70% de los cuales no cumplen con el estándar global de descarga. La presencia de tritio radioactivo es de especial preocupación a nivel internacional, aunque el Gobierno Japonés aseguró que los niveles son seguros luego del proceso de filtrado con el Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS).
El Director honorario del Centro Oncológico de Hokkaido, Masamichi Nishio, conntradice esta postura asegurando que el tritio permanecerá en el medio ambiente, incluso después del filtrado y que esta acción repercutirá en la salud de las personas.
Por su parte, Gao Zhiguo, Presidente de la Sociedad de Derecho del Mar de China y ex miembro del Tribunal Internacional del Derecho del Mar, asegura que la presencia de carbono-14 y yodo-129 en las aguas residuales son los elementos más peligrosos para los seres humanos y el ecosistema marino.