La escritora canadiense Alice Munro, premio Nobel de Literatura, falleció a los 92 años. Munro, quien también obtuvo en 2009 el Man Booker International Prize por el conjunto de su obra, sufría en los últimos años de demencia.
Ambientó sus historias tensas y agudamente observadas en el campo rural de Ontario donde creció, haciendo foco en las debilidades de la condición humana. A pesar de su gran éxito y una impresionante lista de premios literarios, durante mucho tiempo permaneció tan sencilla y modesta como los personajes de su ficción.
«Ella no es una persona de la alta sociedad. De hecho, rara vez se la ve en público y no realiza giras de promoción de libros», comentó el crítico literario estadounidense David Homel después de que Munro alcanzara la fama mundial.
Nacida el 10 de julio de 1931 en Wingham, Ontario, Munro creció en el campo. Su padre, Robert Eric Laidlaw, criaba zorros y aves de corral, mientras que su madre era maestra en un pequeño pueblo. Con solo 11 años decidió que quería ser escritora, y nunca vaciló en su elección profesional. «Creo que quizá tuve éxito haciendo esto porque no tenía ningún otro talento», explicó una vez en una entrevista.
La primera historia de Munro, Las dimensiones de una sombra, se publicó en 1950, mientras estudiaba en la Universidad de Western Ontario.