300 personas siguen enterradas bajo toneladas de rocas tras la enorme avalancha de tierra ocurrida el viernes en el norte de Papúa Nueva Guinea, según ha indicado un diputado local antes de avisar que se trata de una estimación provisional y que todavía es imposible dar una cifra oficial de víctimas.
El diputado Aimos Akem ha indicado al portal PNG Post-Courier que la avalancha, ocurrida en provincia de Enga — a unos 600 kilómetros de la capital, Port Moresby — sobre las 03.00 del viernes y que ha afectado a seis poblaciones, especialmente a la localidad de Yambili, ha arrasado casi 1.200 viviendas y ha reiterado su llamamiento para intensificar las tareas de rescate.
Sin embargo, todavía no existe una panorámica concreta del verdadero impacto del deslizamiento, que se ha sentido en toda la región de Mulitaka. El jefe de la Organización Internacional para la Migración (OIM), Serhan Aktropak, ha avisado al diario británico ‘The Independent’ que la escala del deslizamiento ha sido «enorme» y recordado la alta densidad de población de estas localidades.
«A la mínima que hayan sido destruidas más de 60 viviendas el número de fallecidos puede rebasar fácilmente el centenar», ha advertido.
Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda ya han ofrecido su asistencia para colaborar en unas difíciles tareas de salvamento porque la avalancha ha bloqueado todos los accesos por carretera y ahora mismo solo se puede llegar a pie desde las inmediaciones o bien por helicóptero.