La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su último informe sobre los agentes antibacterianos, entre ellos los antibióticos, que se encuentran en estado de desarrollo clínico y preclínico a escala mundial. Si bien el número de agentes antibacterianos en fase de desarrollo clínico se ha incrementado, de 80 en 2021 a 97 en 2023, se necesitan urgentemente agentes nuevos e innovadores contra las infecciones graves y para sustituir a los que han perdido eficacia debido a un uso generalizado.
«La resistencia a los antimicrobianos va a peor, pero no estamos desarrollando nuevos productos de vanguardia a la velocidad requerida para combatir las bacterias más peligrosas y letales», señaló la Dra. Yukiko Nakatani, Subdirectora General interina de la OMS para Resistencia a los Antimicrobianos. «La innovación brilla por su ausencia, pero incluso cuando se autorizan nuevos productos, surge el gran problema del acceso. Sencillamente, los agentes antibacterianos no llegan a los pacientes que los necesitan urgentemente, en países de todos los niveles de ingreso».
No solo hay demasiados pocos antibacterianos en fase de desarrollo, teniendo en cuenta el tiempo que requiere la I+D y la probabilidad de fracaso, sino que no se innova lo suficiente. De los 32 antibióticos en fase de desarrollo contra las infecciones de la Lista OMS de patógenos bacterianos prioritarios, solo 12 pueden considerarse innovadores. Además, solo cuatro de esos 12 son eficaces contra al menos 1 patógeno considerado «crítico». En cuanto a los antibacterianos recientemente aprobados, 13 nuevos antibióticos han obtenido autorización de comercialización desde el 1 de julio de 2017, pero solo dos de ellos constituyen una nueva clase de producto químico y pueden considerarse innovadores, lo que subraya el desafío científico y técnico de descubrir nuevos antibacterianos que sean, a la vez, eficaces contra las bacterias y seguros para los seres humanos.