Virginia, una mujer uruguaya de 27 años, permaneció encarcelada en la prisión de Obrajes, Bolivia 115 días, tras ser encontrada en posesión de siete gramos de marihuana. Virginia y su madre, de 60 años, fueron detenidas al volver de Bolivia a Uruguay, acusadas de tráfico de drogas. La detención tuvo lugar el 17 de marzo, cuando ambas mujeres despacharon sus maletas en el Aeropuerto Internacional El Alto. El personal de Aduanas encontró una botella que contenía siete gramos de marihuana y procedió a arrestarlas.
El abogado de Virginia, Rodrigo Rey, explicó sobre el dictamen de liberación: “Es lo que esperábamos desde el punto de vista procesal. El juez dispuso el auto de apertura a juicio y nosotros rápidamente le solicitamos que se homologue judicialmente el acuerdo abreviado que ya habíamos presentado el día 28 de junio». Según Rey, “el acuerdo abreviado que tenía como acusación fiscal y aceptación de esa responsabilidad por parte de Virginia un delito de consumo, un delito que en virtud del artículo 49 no tiene pena de prisión».
Rey destacó lo que describió como tres buenas noticias: “La primera es que no va a haber deportación, no se va a aplicar la ley de residencia, nos vamos a poder ir por nuestros propios medios y eso también nos aliviana no tener que transitar por otro desierto de Arizona burocrático». “La segunda es que la multa que se nos impuso es moderada, muy baja, dentro de las más bajas quizás que admite el sistema», afirmó Rey en referencia a la multa de 50 dólares que tendrá que pagar Virginia.
“Y la tercera, que quizás no parece tan buena pero nuestra perspectiva de 114 días de prisión indebida lo es, es que Virginia va a quedar libre materialmente mañana (en referencia al viernes)”. El jueves 4 de julio, su madre fue liberada. Sin embargo, la incertidumbre sobre la liberación de Virginia terminó una semana después.
A diferencia de Uruguay, en Bolivia el consumo de marihuana también se considera un delito. Sin embargo, en lugar de prisión, la pena incluye la internación en un centro de rehabilitación. Esta sanción no se aplica a los extranjeros, para quienes la ley prevé la deportación inmediata. Este fue el enfoque de la defensa para lograr que Virginia también pudiera salir de prisión. El siguiente paso fue firmar un acuerdo abreviado, programar una audiencia y obtener una condena de rápida ejecución para poner fin a la «prisión preventiva infinita». Debido a los costos que implicó la “estadía” de Silvia y Virginia en Bolivia, diversas organizaciones y activistas iniciaron una campaña financiera de apoyo consistente en una cuenta en Abitab 139742. El activista Julio rey, miembro de la Agrupación de Cultivadores de Cannabis del Uruguay (ACCA), dijo a Diario La R que el costo del proceso ha sido “elevado y múltiple” siendo que incluye la defensa local y la de Bolivia más la manutención de madre e hija en la cárcel boliviana.
Para solventar los costos, la familia y amigos en conjunto con numerosas organizaciones iniciaron esta campaña de financiamiento solidario consistente en una rifa y “un toque” denominado «Silvia y Virginia de Regreso a Casa» que tuvo lugar este sábado 12 de julio. Según relató Julio Rey a La R, que los más de 3 meses que transitaron por la prisión las uruguayas significaron un promedio de 16 mil pesos uruguayos al mes.
Se espera que las uruguayas se encuentren de vuelta en territorio nacional a mediados de la próxima semana.