“Es nuestra política migratoria la de un país de puertas abiertas”

Cada día en promedio unos 50 migrantes inician el trámite de residencia en Uruguay, según datos de la Dirección Nacional de Migración que indican que un total de 8.817 personas (entre enero y septiembre de 2024), han dado comienzo a este trámite; tradicionalmente de nacionalidad argentina seguidos por brasileños, cubanos y venezolanos. El director nacional de Migración, Crio. Mayor Eduardo Mata defiende que este flujo se debe a la estabilidad económica, social, política y de seguridad que ofrece nuestro país respecto a los países de origen. En este marco Diario La R habló con la coordinadora administrativa de Migración, Crio. Mayor (PA) (CP) Esc. Soledad Sánchez, quien nos brindó cifras e hizo un paneo de la situación actual del país en este sector, con enfoque a migrantes venezolanos.

Analizando cifras desde el 2019, la primera reelección de Nicolás Maduro en Venezuela, en adelante, no se visualizan aumentos significativos en las solicitudes de residencias permanentes, hecho que sí ocurrió durante los dos años anteriores. Sin embargo, hubo un quiebre con tendencia en aumento en las solicitudes de la condición de refugiado, llegando a las 472 según datos de la Comisión de Refugiados (CORE), siendo que en años anteriores no alcanzaban las tres cifras. Esto podría responder a que el país presentó una sensación de estabilidad social y económica que sumado a las medidas adoptadas durante la pandemia retuvo a la población en el país. A partir del 2022 los números volvieron a elevarse, alcanzando en 2023 las 1.282 solicitudes de residencia donde se otorgaron 958, cuando venían en cifras que no alcanzaban un centenar.

Entre enero y septiembre de 2024, se otorgaron 1.167 residencias y hasta junio habían 787 personas refugiadas. Si bien, este aumento parece ser constante, Sánchez analiza que aún es muy pronto para saber si la segunda reelección de Maduro va a implicar un aumento considerable tanto en las solicitudes de residencia como de refugio,  bajo el entendimiento de que “lo primero que tienden a hacer las personas que salen de Venezuela es ir a los países limítrofes para luego hacer una remigración”.

Respecto al aumento de las solicitudes de refugio, aclaró que “lo que sí notamos es que en esta remigración llegan a Uruguay con una situación de vulnerabilidad mayor, como por ejemplo, en cuanto a la documentación, ya que llegan con documentos vencidos o sin ellos optado así por esta alternativa. Uruguay se caracteriza por tener un flujo mixto, de solicitantes de refugio y refugiados’’, existiendo desde el año 2006, un marco normativo nacional en el país, a través de la ley 18.076 de Derecho al Refugio y a los Refugiados, que en su artículo 1 expresa: “Toda persona tiene derecho a solicitar y recibir refugio en el territorio nacional, en salvaguarda de su vida, integridad física, moral e intelectual, libertad y seguridad”, sin penalizar a quienes no posean documentación o no la tengan en regla. Nuestra ley. Además de incluír la definición clásica de la Convención de 1951, es decir reconocimiento por persecución suma lo establecido en la Declaración de Cartagena de 1984, incluyendo la violencia generalizada, los conflictos internos, la violación masiva de los Derechos Humanos, entre otros, situaciones que se aplican, por ejemplo, en ciudadanos venezolanos.

Este proceso de análisis para saber si se otorga o no la condición de refugiado, se hace mediante la Comisión de Refugiados, que está integrada por varios ministerios, el Poder Legislativo, instituciones y organizaciones. Lo que se aprobó recientemente en este proceso de refugio, es un procedimiento diferenciado denominado prima facie, destinado a migrantes venezolanos y que permite acelerar los tiempos en las decisiones. Actualmente, según la Comisario Mayor Sánchez, se están reconociendo más del 90% de los solicitantes de nacionalidad venezolana. Además, ante el cierre de la Embajada de Venezuela en Uruguay, la Dirección Nacional de Migración ha sugerido una serie de medidas de flexibilización para ciudadanos de nacionalidad venezolana.

“Uruguay se caracteriza por tener una fuerte política de documentación y siempre estamos tendiendo a asesorar y ayudar a las personas para que puedan regularizar su situación en el país. No hemos detectado problemas de documentación que no puedan resolverse por alguna de las medidas adoptadas, como por ejemplo el Decreto 118/018”, expresó.

Migración en parámetros generales

Según el último censo Venezuela sería la población número uno de inmigrantes en Uruguay representando el 27% del total, seguida por Argentina con el 22% (“que ha sido tradicionalmente la mayor población”) y Cuba con el 20%

“Uruguay es un país principalmente formado por descendientes de inmigrantes y es nuestra política migratoria la de un país de puertas abiertas” resaltó. En ese sentido recordó que “existen desde hace años distintos programas y políticas de acceso a la documentación, a la justicia, educación, salud, trabajo, etc.”.

Entre las facilidades de acceso a la documentación, Uruguay cuenta con un tipo de residencias permanentes Mercosur que se otorgan presentando el DNI o pasaporte de la persona, antecedentes penales y un certificado de vacunación. Además a través del Plan de Respuesta Rápida a los ciudadanos extra región se les permite iniciar la residencia presentando solamente documento de identidad, lo que les permite obtener el documento uruguayo con la categoría de residente en trámite por dos años. Además recientemente el gobierno aprobó el programa de residencias por arraigo, que permite que quienes ingresaron solicitando refugio en determinado periodo de tiempo puedan cambiar de categoría a residentes por motivos de arraigo familiar, laboral o por estudio. “Yo creo que tenemos una muy buena política en lo que es a nivel migratorio y de regularización, lo que nos hace destacar en la región”.

Entre las políticas que llevan adelante desde la Junta Nacional de Migración, que está integrada por Presidencia de la República y los ministerios de Relaciones Exteriores, Interior, Trabajo y Seguridad Social, y Desarrollo Social, destacó el Plan Nacional de Integración 2023-2024 para migrantes, solicitantes de refugio y refugiados, que se basa en 8 ejes temáticos.

Entre las acciones que se vienen llevando a cabo desde la Dirección Nacional de Migración se resaltan las aperturas de nuevas oficinas en el Shopping Costa Urbana, en Punta del Este en la Plaza de los Artesanos, en el edificio anexo del Ministerio del Interior y en el Centro de Referencia de Migrantes del MIDES, donde se centralizaron varios trámites que hacen a la integración de los migrantes en nuestro país. La creación de este centro no solo agiliza el flujo de solicitudes sino que “es de mucha ayuda para muchos migrantes que a veces se les dificulta el acceso a la información”.

Entre enero y septiembre del 2024 iniciaron el trámite de residencia 3.365 argentinos, 2.328 brasileños, 1.601 cubanos y 1.523  venezolanos. Destacó que la migración es un fenómeno sumamente positivo para Uruguay ya que el crecimiento poblacional marcado en el último censo, ha sido gracias a la migración, y de acuerdo a un reciente estudio publicado por el BPS, un 45% del total de aportes pertenecen a personas migrantes, entre otros factores. “Ojalá Uruguay nunca cierre ventanas y puertas” concluyó.

Finalizando hablamos de los desafíos que afrontaron durante este quinquenio, donde la pandemia está en primer lugar, porque hubo cierre de fronteras y un cambio en las modalidades de trabajo, pero entre todos los años hace un balance positivo, destacando que “hemos trabajado con muchísimo apoyo, sobre todo desde las autoridades ministeriales, en el desarrollo de políticas públicas y en perspectiva de derechos”. Otro gran desafío, comentó que fue el traspaso al Ministerio del Interior, en 2023, de la competencia para tramitar residencias de los nacionales de Mercosur y de las personas que tuvieran vínculo con ciudadanos uruguayos, que antes pertenecía a la Cancillería.

Sánchez nos explicó que cuando comienza un nuevo gobierno se hacen planes operativos anuales pero también uno quinquenal, que “siempre llegamos a cumplir”. Pese a algunos desafíos que enfrentaron en este período expresó que se lograron llevar a cabo la mayoría de los objetivos trazados y que queda el seguir mejorando en los tiempos de agenda y resolución para los trámites migratorios.