El contrabando de animales, especialmente perros y aves, desde Argentina ha generado una creciente preocupación entre las autoridades uruguayas. Marcia Del Campo, presidenta del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), advirtió sobre las alarmantes condiciones en las que llegan estos animales, así como los riesgos sanitarios que representan para el país.
En el último año, las autoridades han confiscado aproximadamente 600 animales en la frontera, una cifra que refleja un aumento en los casos de tráfico ilegal. La diferencia en el tipo de cambio entre Argentina y Uruguay ha incentivado a muchos uruguayos a adquirir mascotas en el país vecino, donde los precios son significativamente más bajos. «Estamos viendo un constante ingreso de perros cachorros que son comprados a un precio mucho más accesible en Argentina», explicó del Campo en una reciente conferencia de prensa.
La presidenta del INBA enfatizó que, además de ser una actividad ilegal, este contrabando va en contra del Plan Nacional de Control Reproductivo, que busca manejar el crecimiento descontrolado de la población de perros y gatos en Uruguay. «Hay una falta de conciencia sobre el impacto sanitario y legal de estas acciones. Cada compra contribuye al problema», alertó
Los métodos utilizados para contrabandear animales son preocupantes. Muchos llegan escondidos en condiciones inhumanas, a menudo ocultos debajo de alfombras o en compartimientos de vehículos. En algunos casos, las autoridades han encontrado animales muertos en el intento de cruzar la frontera. Del Campo informó que, aunque algunos animales son incautados con vida, muchos de ellos no sobreviven al proceso de recuperación, que incluye un período de cuarentena para evitar riesgos sanitarios.
El tráfico de aves es especialmente alarmante. Según Del Campo, estas llegan en condiciones aún peores que los perros, muchas veces escondidas en lugares extremadamente peligrosos, lo que aumenta su sufrimiento. «Algunas llegan muertas, y las que logran sobrevivir suelen estar muy estresadas y débiles», lamentó.
En junio de 2023, el INBA tomó la controvertida decisión de sacrificar a 272 animales incautados debido a su estado crítico y hacinamiento. Entre estos animales había diversas especies, desde loros hasta tortugas. Esta acción ha suscitado críticas por parte de colectivos animalistas, quienes argumentan que la eutanasia no es la solución y que el estado debe asumir la responsabilidad de abordar el problema del tráfico de especies.
Las leyes uruguayas, como la Ley N° 12147 y la Ley de Protección de Animales, prohíben el contrabando y protegen a las especies. Sin embargo, la efectividad de estas regulaciones ha sido cuestionada. Grupos de defensa de los animales reclaman una mayor acción gubernamental para frenar el tráfico ilegal y garantizar el bienestar de los animales.
El INBA y la Unidad de Barreras Sanitarias del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca han hecho un llamado urgente a la sociedad para tomar conciencia sobre las implicaciones del contrabando de animales, recordando que la compra y el ingreso de mascotas desde el extranjero es no solo ilegal, sino también perjudicial para la salud pública y el bienestar animal.