Curbelo: “Inisa les da a los jóvenes infractores, si no la han tenido en su vida, una cuota de luz”

Con un 30 % de reincidentes, la directora del organismo afirma que es un número bajo y habló de las estrategias para construir historias positivas.

Lucía Curbelo, Presienta de Inisa.

En Uruguay el cumplimiento de las medidas socioeducativas dispuestas por la justicia penal a los y las adolescentes infractores, se nuclea bajo los cometidos del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa). El organismo, que actualmente atiende un total de 500 jóvenes, promueve la reintegración social para evitar la reincidencia delictiva, mediante un trabajo especializado que conocimos a profundidad en conversación con su presidenta, Dra. Lucía Curbelo.

Finalizando el 2015 se aprueba la creación del Inisa como Servicio Descentralizado del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), para ser la “etapa de ejecución que en adultos son la sentencias o las medidas cautelares, entonces cuando un juez dispone que un menor ha infringido la ley y le corresponde una sanción tanto privativa de libertad como no, empieza nuestra competencia” explicó. En este marco informó que nuclean a 500 jóvenes, 396 son con medida de privación de libertad y el otro grupo, que está integrado por aquellos que se les dispuso medidas alternativas, los del interior son atendidos conjuntamente con el INAU, porque Inisa no asumió este cometido en todo el territorio uruguayo.

“El desafío más importante que tenemos, es poder brindarles una luz de esperanza a estos jóvenes”, reflexiona en un contexto donde hay quienes cometieron infracciones leves y otros muy graves, que llegan “sin ninguna expectativa”, siendo adolescentes que “vienen de contextos de mucha vulnerabilidad, donde han perdido parte del núcleo familiar o vienen con una carrera de infracciones, no solo de ellos sino la familia”. Ante esto Curbelo expresó que “creo que el Inisa les da, si no la han tenido en su vida, una cuota de luz”.

El trabajo de los centros

Los 13 centros, que se encuentran ubicados en Montevideo y Canelones, la directora cuenta que tienen una rutina personalizada con pautas propias, dentro de las normas generales, “que los hacen diferenciarse uno del otro” y aceptan jóvenes según perfiles, por ejemplo, “tenemos un centro que tiene a los más chicos de 13 a 16”.

El organismo brinda en sus centros: “educación formal obligatoria e informal, con talleres de oficio, actividades recreativas, deportes. Otorga todas las comidas del día y una alimentación balanceada, así como también la atención en salud básica, con la posibilidad de traslado a mutualista; atención psicológica y terapia de grupos y atención de adicciones”. De esta manera, “intenta crear un sentir de contención general” e “increíblemente a veces la privación de libertad en el Inisa les da lo que no recibieron afuera”. A su vez, “dependiendo de lo que se recomienda en cada uno de los centros y apruebe el juzgado, se realizan salidas laborales, educativas y recreativas”. En estos hábitos “se percibe que socialmente se los integra” y aclara que, se toman medidas de seguridad, para evitar fugas o incidentes, pero “de manera disimulada”.

En Inisa ingresan jóvenes a partir de los 13 años, una edad de imputabilidad para los infractores que describió como “baja con relación al resto de los países de la región”. En cuanto a las medidas, “porque no se habla de pena en menores de edad”, se cumplen dentro de la institución “por más que se llegue a la mayoría de edad”. Consultada por los índices de reincidencia, aclaró que no realizan intercambio de información con el Ministerio del Interior, “para reservar la confidencialidad y el deber de reserva que tenemos de los datos de los adolescentes”, siendo cifras que miden únicamente quienes vuelven a la órbita de Inisa por otra infracción, que se encuentran entre el 30% y un 32%. Curbelo analiza que es un número “bajo” y destaca que en el organismo “se hace un trabajo importante e interesante, que deriva en historias positivas”.

Curbelo explicó que “generalmente cuando se habla del Inisa hay una sensación de alejamiento social y es al revés tenemos que tratar de mirarlos de otra manera”. La mayoría proviene de contextos “difíciles” donde se les “privaba de lo que habitualmente tenemos para crecer sanos y felices e incluso se encuentran en situación de calle”. Estos contextos vividos, generan que cuando “están próximos a la salida sientan un desasosiego importantísimo, generen movimientos para ser sancionados y quedarse, se lesionen o generen problemas”.

El vínculo familiar es una de las bases que Inisa interviene, porque consideran “importante” que esa relación con el exterior “siga vigente”, entonces promueven las visitas y la comunicación, sin embargo “hay quienes no tienen eso”. Otra de las herramientas que incentivaron y entienden como importante, es el deporte, que si bien existe desde su inicio, un Departamento de Deporte, anunció en la actual administración “se ha focalizado mucho”, por ejemplo, en el rugby que “se ha formado un grupo especial y propio de Inisa”, donde celebra hay “mucha actividad de integración, de trabajo en equipo y valores”.

Inserción

Inisa cuenta con jóvenes a quienes se los prepara para el mundo laboral y una vez se consideran aptos (se evalúa el estudio, la adhesión a algún taller, comportamiento en convivencia y empatía, entre otros factores) se lo ayuda a postularse en intendencias, en el Instituto de Derechos Humanos, empresas privadas, organismos públicos y demás. “Es verdad que algunos presentan resistencia”  pero una vez que el joven entra y presta bien su trabajo “eso se va difuminando” y se genera un “espíritu de colaborar y darles esa oportunidad”. Además, por parte de los jóvenes “cuando se les abre esa posibilidad lo que más quieren es trabajo y brindan todo de sí para demostrar”.

En cuanto al proceso de privación de libertad, aclaró que si bien “todos la viven de forma distinta”, es una época “difícil” pero donde realizan un trabajo “casi cuerpo a cuerpo” con un estructura que desde el inicio “los acompaña”. “Hay que pensar que son jóvenes, que están en permanente ebullición, lo que conlleva tener desafíos constantes”, sin embargo, “las actividades extracurriculares ayudan mucho, como la huerta”. Curbelo expresó, que tampoco hay que olvidar, el proceso de acompañarlos a “pensar sobre su infracción y trabajar en eso”. Describió que en muchas ocasiones,  “no saben cómo aprovechar las oportunidades que se generan dentro del centro de Inisa, pero en esas instancias tampoco los dejamos solos”.

Inisa ha fomentado el deporte entre los internados.

Balance de gestión

Curbelo informó que la competencia de la institución “termina cuando termina la medida socioeducativa”, sin embargo “dejamos tendidas redes para ese egreso”. En primera instancia se trabaja con el adolescente unos seis meses antes del egreso y luego el camino es incierto. La Dra. explica que si bien hay vínculos con otros entes, como el Ministerio Desarrollo Social y de Vivienda, expresa que “necesitamos más apoyo, sobre todo para algunos planes de seguimiento que quedan fuera de nuestro alcance”. Desde sus inicios al presente, evalúa que el Inisa ha evolucionado y destaca que en la actual administración “se ha borrado el estigma de que se ejercía violencia desde los funcionarios hacia los adolescentes”. Curbelo defiende que “si llega a haber algún caso se va hasta las máximas consecuencias”, siendo un mensaje que “se ha imprimido desde las autoridades para abajo” permitiendo tener “un antes y un después”. En este marco analiza que “si no está descartado eso, nada puede funcionar”. La labor del funcionario en cada procedimiento es “cumpliendo sus funciones pero con respeto a la dignidad y los derechos del joven” y defendió que es una labor que “a mí me deja muy tranquila”.

Consultada por el cierre de gestión expresó que tiene la “esperanza” de que el gobierno entrante “busque lo que buscamos todos, que es el respeto de los derechos de los adolescentes aún de los infractores y no veo viable que no se siga esa línea, pueden haber algunas variantes sobre algunas decisiones que se tomen pero no continuar por este mandato sería volver a épocas oscuras”.

A manera de balance la directora analizó que “lo positivo es que se ha avanzado en varios aspectos”, desde el punto de vista administrativo sumaron innovaciones, se aprobó una estructura de cargos y “demás cosas que se necesitaban desarrollar como toda institución nueva”. Además,  destacó el trabajo en conjunto entre el gremio del sindicato y las autoridades, donde “hemos tratado de sentarnos y conversar para llegar a acuerdos entendiendo que todos tenemos que caminar para el mismo lado”. Reiteró que se logró el “éxito en las medidas socioeducativas, gracias al camino de no violencia”.

Se realizaron trabajos en conjunto con el Poder Judicial y con UNICEF, “tratando de implementar buenos modelos de gestión en llevar adelante sobre todo las medidas no privativas de libertad”. Concluyendo, Curbelo resalta que “los desafíos son en el día a día, pero Inisa es una institución presente”.

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