La esclerosis múltiple (EM) es una de las enfermedades que ha experimentado un cambio de paradigma sin precedentes. Hasta la década de los 90, era una enfermedad desconocida que carecía de tratamiento alguno y en los últimos años ha visto como las posibilidades terapéuticas crecían a pasos agigantados. En la actualidad se están sentando las bases para una posible curación de la enfermedad de la mano de vacunas o antivirales.
La EM es un trastorno en el cual el sistema inmunitario del cuerpo ataca la cubierta protectora de las células nerviosas del cerebro, el nervio óptico y la médula espinal, llamada vaina de mielina. Lo que provoca problemas de comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Al día de hoy se calcula que más de 2,3 millones de personas padecen esclerosis múltiple en todo el mundo, según la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple.
Los síntomas pueden variar dependiendo de las personas. Pueden aparecer y desaparecer, o empeorar con el tiempo.
En los últimos años, hemos presenciado avances significativos en su tratamiento,que buscan ofrecer a los pacientes y a sus familias una visión de esperanza y un camino hacia una vida más saludable y plena.
En el 2022 se desarrolló un tratamiento con inmunomoduladores, estos medicamentos están diseñados para modificar o regular la respuesta del sistema inmunológico. Los tratamientos inmunomoduladores han demostrado ser eficaces en la gestión de la EM. El año pasado se aprobaron las terapias de reparación de la mielina que se centran en promover la regeneración de esta mielina dañada. Esto podría ayudar a restaurar la función nerviosa y revertir algunos de los efectos de la EM. La investigación en terapias de reparación de la mielina ha avanzado significativamente.
Los tratamientos personalizados son otros que comenzaron a tomar fuerza este año, al ser una enfermedad que ataca de forma diferente a las personas, la medicina personalizada se basa en la idea de que cada paciente es único y, por lo tanto, su tratamiento también debería serlo.
En el caso de la esclerosis múltiple, esto podría implicar el uso de información genética y otros datos del paciente para personalizar su tratamiento.