Cambio de mando en la Casa Blanca

Cómo serán los vínculos de Trump con este mundo convulsionado

Faltan  horas para la toma de posesión de Trump. Con el regreso de Donald Trump, se abren grandes interrogantes sobre los vínculos que tendrá Estados Unidos  y cuál será su postura frente a los distintos conflictos bélicos.

La prioridad de la política exterior del nuevo gobierno estará puesta en el continente asiático. Será una continuidad con lo que ya ocurrió durante su primer mandato (2017-2021), en el que Trump definió a China como “enemigo estratégico”

Por lo que se desprende de sus declaraciones en campaña y conductas anteriores más que incrementar la presencia norteamericana en el exterior, Trump buscará frenar la expansión de China, que hoy es el principal socio comercial de 140 países en el mundo, mientras que EE. UU. lo es de 53 países.

Los pocos amigos latinoamericanos que le quedan a Trump,son solo cuatro de los 34 países de la región. Las tecnologías, doctrinas y estrategias en materia de Defensa estarán orientadas a contener a China y, en menor medida, a Rusia.

La mala relación que tuvo y tendrá Trump con la Unión Europea y las negociaciones de paz en Ucrania serán ejes principales para su nuevo gobierno.

Trump prioriza un enfoque transaccional, guiado por el bilateralismo y el apoyo a socios ideológicamente afines.Eso dificultará el diálogo político entre Washington y Bruselas, Europa mantiene su defensa de un orden internacional basado en normas y reglas.

La postura de Trump para lograr un punto final del conflicto ruso-ucraniana no es bien vista en Bruselas, ya que podría implicar concesiones a Rusia que legitimen la devolución de territorios ucranianos que históricamente eran rusos  y bloqueen la integración de Ucrania en la OTAN.

EE.UU. ha descartado el envío de tropas a Ucrania y los aliados de Ucrania en Europa tampoco tienen intención de desplegarse en la frontera.

Otra zona caliente del planeta es Medio Oriente, que inicia el año con nuevos equilibrios de poder y un debilitamiento de Irán.

Temas que se cruzan, por un lado, la competencia y la presencia de China en la región; por otro, el futuro del conflicto palestino-israelí; y  finalmente, el programa nuclear.

Recordar que los países del Golfo exportan cada vez más hidrocarburos hacia China. Por lo tanto, explica,una política transaccional, como la de Trump, pondrá en la mesa los vínculos árabe-chinos e intentará limitarlos.

Cabe recordar que se  logró, en marzo de 2023, la normalización de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán.

América Latina y Trump:

Con una agenda tan cargada, el gran interrogante es qué lugar ocupará América Latina en la agenda exterior de Washington, que tendrá como nuevo secretario de Estado al ex senador por Florida, Marco Rubio.Al tener un origen hispano, hijo de padres cubanos, y hablar perfectamente en castellano, Marco Rubio seguramente tendrá una conexión especial con la región. Y lo cierto es que Uruguay va a tener la posibilidad de un acceso más fácil al Departamento de Estado, por un tema de concepción cultural, de formación e incluso de idioma.Porque la verdad muchas comunicaciones entre diplomáticos Uruguayos y Americanos en el pasado fue calamitoso por los malos entendidos de las traducciones.

Recuerden el contrato mal redactado y firmado en el gobierno de Vázquez que valió millones de dólares. La gran pregunta es qué hará el nuevo mandatario de Estados Unidos frente a estas encrucijadas internacionales para empezar.

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