A pesar de la vigencia de un acuerdo de alto al fuego, las fuerzas israelíes han intensificado sus operaciones militares en el sur de Líbano, llevando a cabo bombardeos, incursiones y arrestos en varias localidades cercanas a la frontera. Este aumento de la violencia se produce a tan solo una semana de la expiración de la tregua, lo que eleva a casi mil el número de violaciones israelíes del acuerdo.
Según informes locales, las fuerzas israelíes avanzaron en patrullas blindadas desde Al-Majidiyeh hacia el valle de Khansa, donde confrontaron a agricultores libaneses y sirios, revisaron sus teléfonos móviles y arrestaron a varios de ellos en la zona de Al-Wazzani. Además, bombardeos de artillería israelíes alcanzaron la montaña Sadana y las afueras de Kfar Shouba, mientras que un tanque Merkava fue desplegado en Taloussa.
La tensión se incrementó cuando las tropas israelíes frustraron el despliegue de las Fuerzas Armadas Libanesas en áreas estratégicas como Taloussa y Bani Hayyan, llevando a cabo una serie de incursiones en el sector. En respuesta, el Ejército libanés ha reubicado algunas de sus fuerzas y ha contado con el apoyo de una patrulla de paz ghanesa de la ONU para realizar tareas de seguridad.
Con más de 45 civiles libaneses muertos en lo que va de la tregua y un clima de creciente desconfianza, las violaciones del alto al fuego por parte de Israel ponen en duda la estabilidad de la región, que podría enfrentar un nuevo ciclo de violencia una vez que el acuerdo llegue a su fin.