La agenda internacional del nuevo gobierno del presidente Yamandú Orsi comenzó a delinearse casi de inmediato luego de asumir el mando, y es que no solo fue la decisión de no reconocer ni a Nicolás Maduro ni a Edmundo González Urrutias como presidentes de Venezuela, sino que firmó junto a los gobiernos de Brasil, Chile, Colombia y Bolivia el respaldo al postulante de Surinam para presidir la Organización de Estados Americanos (OEA).
Recordemos que el actual Secretario General del organismo internacional es Luis Almagro, quien en su momento fue ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay durante el gobierno de José Mujica y embajador en China en el primer gobierno de Tabaré Vázquez, pero años más tarde fue expulsado por el Frente Amplio debido a su postura crítica sobre la situación de Venezuela, a la que llamó “dictadura” y que no se podía “descartar ninguna opción, incluyendo la intervención militar”. Esta actitud luego la trasladó a la OEA desde que está al mando desde el año 2015. Situación adversa a los pensamientos del Frente Amplio en la actualidad.
En ese contexto, el comunicado firmado por los cinco países menciona: “Tras analizar cuidadosamente las propuestas ante la OEA, el canciller de Surinam, Albert Ramdin, con su vasta experiencia en diplomacia, es el candidato que se encuentra en una posición única para abordar los retos contemporáneos”. Es el que ofrece “una perspectiva fresca que refleje las realidades y aspiraciones del Caribe y América en su conjunto”. Si bien es cierto que la situación de Venezuela supone un desafío para el próximo Secretario General de la OEA, al parecer Albert Ramdin tiene una posición tomada y es la de no tomar parte en el conflicto. Entre sus declaraciones sobre lo que ocurre en dicho país, dijo: “No voy a hacer ningún pronunciamiento en términos de gobiernos. Tenemos que facilitar el diálogo”, respondió el surinamés. Estas declaraciones se adhieren perfectamente a la postura del nuevo gobierno uruguayo sobre Venezuela.
«Lo que sé, y esto es algo importante en el contexto de un secretario general de OEA, es que no tomamos partido», agregó Ramdin. También afirmó que el problema venezolano debe abordarse «en perspectiva de derechos humanos», y que la urgencia era «encontrar soluciones», antes que cuestionar o criticar al mandatario. «Hay problema en Venezuela, lo admito; espero que no nos excluyamos del proceso», concluyó.
Por lo que este apoyo uruguayo al Ramdin es parte de las políticas internacionales de Orsi, de alinearse con Brasil y otros países de la izquierda latinoamericana y rápidamente dejar de tomar partido por lo que está pasando en Venezuela, así como lo hicieron Brasil y Colombia, quienes insistieron en que esperarían las pruebas de los resultados electorales antes de realizar alguna declaración.
El otro postulante a la OEA que se ha presentado para dirigir el organismo es Rubén Ramírez Lescano, canciller de Paraguay y, por tanto, del bloque del Mercosur. A diferencia de su adversario, el paraguayo dijo que la OEA debe «trabajar intensamente» para que Venezuela, Cuba y Nicaragua «vuelvan al sistema democrático y tengan gobiernos respetados y respetables». Es importante mencionar que las elecciones de la institución serán el 10 de marzo y el ganador asumirá el 25 de mayo, día en que terminan los 10 años de gestión de Almagro.
