El 42.7 % de los uruguayos presenta algún trastorno del sueño, según una actualización realizada post pandemia, de un encuesta efectuada en 2020, por el Hospital Maciel y la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar). En un informe presentado por el Ministerio de Salud Pública se señala que el insomnio, caracterizado por la dificultad para conciliar o mantener el sueño, afecta al 27.7% de las personas con trastornos del sueño.
Un 12.5% de los encuestados recurre a la automedicación con psicofármacos, como ansiolíticos o hipnóticos, lo que representa un riesgo para la salud.
Asimismo existe una brecha en la calidad del sueño entre hombres y mujeres. Los hombres duermen en promedio 7 horas y 50 minutos, mientras que las mujeres, debido a sus responsabilidades de cuidado y hogar, duermen 7 horas y 35 minutos.
Las horas de sueño recomendadas varían según la edad. Adultos mayores de 65 años de 7 a 8 horas, adultos entre 7y 9 horas, los dolescentes (13-18 años) de 8 a 10 horas y los niños (6-12 años) de 9 a 12 horas.
El estudio indica que un 53.9% de los niños encuestados en Montevideo presentan algún trastorno del sueño, siendo la somnolencia excesiva y la alteración vigilia-sueño los más comunes. Se encontró una fuerte relación entre el uso de pantallas después de las 20 horas y estos trastornos.
Aunque el más común de los trastornos del sueño es el insomnio, existen otros y se clasifican acorde a lo que producen: aquellos que provocan somnolencia diurna excesiva como el síndrome de apneas de sueño, la hipersomnia idiopática y la narcolepsia; los trastornos del ritmo de sueño-vigilia y los trastornos que producen conductas anormales durante el sueño o parasomnias- sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas-.
Existen distintos hábitos y rutinas que se pueden desarrollar para evitar estos desajustes del sueño y dormir mejor, además de regular el ciclo circadiano, que oscila aproximadamente en 24 horas, y está estrechamente relacionado con el ciclo sueño-vigilia. Durante el ciclo circadiano el organismo lleva a cabo procesos como la secreción hormonal, la excreción urinaria de potasio, la secreción gástrica y la secreción ácida renal, que se encuentran estrechamente relacionados con el sueño y, por tanto, se afectan cuando no tenemos un buen descanso. Su regulación es fundamental para el bienestar y la buena salud de la persona.
