El Congreso de Ciudad de México ha aprobado este martes prácticamente por unanimidad un dictamen por el que se prohíben las corridas de toros con violencia, una iniciativa que contempla que tras varios minutos de toreo, el animal debe ser devuelto a su propietario.
La iniciativa, que fue propuesta por la alcaldesa Clara Brugada y ha sido aprobada con 61 votos a favor y tan solo uno en contra, recoge la prohibición de las picas y las espadas durante las corridas, así como la protección de las astas para evitar lesiones en el animal.
Algunos de los diputados que han justificado su voto han incidido en que no se puede justificar el sufrimiento animal con la excusa de la tradición, y han puesto en valor que este sea un asunto que alinee las posturas del Gobierno y la oposición, según recoge el diario ‘El Universal’.
Activistas animalistas que se congregaban a las puertas del Congreso de Ciudad de México han celebrado el resultado de la votación, si bien es cierto que han manifestado su empeño en seguir trabajando para conseguir la prohibición total de los espectáculos taurinos. El dictamen aprobado por el Congreso entrará en vigor en un plazo de siete meses, periodo en el que el Ejecutivo capitalino deberá publicar las nuevas normativas que rijan la celebración de corridas de toros sin violencia en la capital de México, un país de profunda tradición taurina.
Ciudad de México se une así al listado de países y ciudades latinoamericanas que han prohibido –o al menos regulado– los espectáculos taurinos. Colombia fue el año pasado el último país en prohibir las corridas de toros con la ley ‘No más Olé’ con un periodo de transicion hasta 2027.