«La danza del invicto» – Autor: Matías Mateus
Marcellus Dundee fue campeón mundial de los pesos pesados. Ahora se dedica a exhumar el pasado, la derrota, sus muchas derrotas. Para hacerlo cuenta con una libreta y una lapicera —esos son sus apéndices—, más Johanna, su mujer, y la memoria de los otros.
Marcellus viene de La Isla, geografía desconocida aunque imaginable en algún lugar del Caribe. En su tierra las mafias matan a los campesinos para quedarse con sus campos. O los obligan a trabajar como mano de obra esclava. Cuando se va de La Isla, es un peleador. De eso se valdrá para sobrevivir. En el nuevo país, entre marginados, tiene que luchar para poder comer.
Una acusación de dopaje deja a Marcellus sin la licencia profesional de boxeo. Acaba en la cárcel por armar una gresca. ¿Su positivo es como el del ciclista Marco Pantani, falsificado por la mafia para ganar apuestas? ¿Alguien necesitaba que diera positivo en el control de drogas? ¿Uno de los suyos lo vendió? Pero ¿quién?. Matías Mateus investiga un mundo muy poco frecuentado por la narrativa uruguaya: el boxeo. Su apuesta es a contar a través de los diálogos. Los relatos de las peleas, tan logrados, muestran el difícil dominio de las palabras para describir el movimiento, cosa que todo narrador busca y todo lector atento agradece.
«Parestesia» – Autor: Lorena Spatakis
Paloma sufre de parestesia: paulatinamente deja de sentir. Primero los dedos, luego las palmas, luego el pecho. Anestesiada por un matrimonio aburrido, por una maternidad que no la hace feliz, por un trabajo que paga las cuentas, pero que la hastía. En un juego de espejos, Paloma es una nueva mujer de Lot que parece condenada a convertirse en estatua de sal, no por mirar hacia atrás, sino por mirar más adentro.
Desprovista de toda hipocresía, Parestesia es el retrato de una mujer actual, dispuesta a desafiar los roles establecidos por una sociedad patriarcal al tiempo que trata de no hundirse. Escrita con suma elegancia, esta novela es de una rudeza cruel, pero certera. Con una prosa que roza el lirismo en cada una de sus frases, Lorena Spatakis está a la altura del erotismo de Anaïs Nin y del flujo de conciencia de Virginia Woolf. Sin duda, una voz mordaz y sin artificios que apunta maneras en la literatura latinoamericana.
«Los orígenes» – Autor: Carlos Liscano
Liscano ensaya respuestas a preguntas que, avanzada la vida, nos planteamos: ¿quiénes fueron mis padres?, ¿cómo eran realmente?, ¿qué sé de ellos?
Su prosa descarnada, directa, tajante, reconstruye la historia de una familia con esa terquedad que lo caracteriza, que no da el brazo a torcer: imágenes bellísimas, postales de una época, no solo la suya, sino la de todo un país, en tiempos que lo signaron y lo convirtieron en lo que es: un poderoso escritor. Un escritor profundamente humano y honesto, que no reniega de sus orígenes ni los olvida: «Siempre sentí rechazo, cuando se hablaba del bienestar en el Uruguay “de las vacas gordas”. […] Las vacas serían gordas, pero no eran nuestras».