El mundo de la conservación animal despide a una de sus figuras más icónicas: Iain Douglas-Hamilton, el zoólogo escocés que revolucionó el estudio y la protección de los elefantes africanos, falleció a los 83 años en su hogar en Nairobi, Kenia. Douglas-Hamilton no solo documentó el comportamiento social de estos majestuosos animales considerado el primer estudio científico en profundidad de su tipo, sino que alertó al mundo sobre la «masacre de elefantes» por el marfil, contribuyendo decisivamente a la prohibición internacional del comercio de marfil en 1989.
A los 23 años, en 1965, Douglas-Hamilton inició su legendario trabajo en el Parque Nacional del Lago Manyara, en Tanzania. Allí, pionero en observar a los elefantes como individuos no como una masa anónima, pasó meses viviendo entre ellos, registrando sus interacciones sociales, migraciones y estructuras familiares. Su trabajo se extendió a parques como Tsavo (Kenia) y Meru, donde introdujo innovaciones como collares GPS para rastrear movimientos y combatir la caza furtiva.
En la década de 1980, ante la crisis de la caza furtiva que diezmó más de la mitad de la población africana de elefantes en una sola década, Douglas-Hamilton se convirtió en un activista feroz. Documentó el «holocausto de elefantes» en informes que presentaron ante la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), impulsando la moratoria global al comercio de marfil en 1989. En 1993, fundó Save the Elephants en Kenia, una organización dedicada a la investigación, protección y educación sobre elefantes.

