Junto con el grupo de Uruguay, también se abre este jueves el grupo de Brasil, el G, que tiene a Suiza-Camerún jugando a las 07.00 horas y a Brasil-Serbia a las 16.00.
Brasil sale a comerse literalmente el Mundial. La Seleçao es, quizás, la gran favorita al título y debuta ante Serbia con la intención de marcar territorio e imponer miedo desde el primer minuto. Por eso, Tite pondrá en acción un inédito quinteto ofensivo, con el que exhibirá parte de los copiosos recursos de ataque con que la ‘Pentacampeona’ se ha presentado en Qatar.
Casemiro (ahora colega en el United) en las grandes citas, para introducir a Lucas Paquetá. El ex del Flamengo, que puede jugar de extremo izquierdo cuando sea necesario, tendrá libertad absoluta para asociarse en cualquier zona del campo con Neymar Jr., que con su selección abandona la banda y hace el rol de típico ’10’ sudamericano, jugando más centralizado y entrelíneas.
A ello, hay que unirle el trío de frente formado por los extremos muy abiertos, el blaugrana Raphinha por la derecha, y el madridista Vinicius Jr. (que no tiene garantizada su titularidad a lo largo del torneo) por la izquierda, con Richarlison (uno de los futbolistas fetiche de Tite) vistiendo la ‘9’.
«Somos un equipo con un porcentaje altísimo de goles, con ‘clean sheet’ (sin goles tomados) en 22 de los 29 partidos de clasificación para el Mundial, pero no creo que esto se trate de llenarlo todo con delanteros o de defensas. Entiendo que el punto de equilibrio lo encontraremos en el centro del campo y en la forma colectiva de movernos», asegura Tite.
Des del vestuario, se asegura que esta Seleçao que saldrá con el punto de motivación adecuado, tras ver el fiasco de los ‘Hermanos’ (como irónicamente son llamados los argentinos en Brasil) ante los saudís.
«Lo que ocurrió sirve como análisis y como reflexión. No hay grandeza ni facilidad mayor o menor, quizás este sea el gran aspecto a tener en cuenta. Aquí no vale la marca que uno tiene, sino que cada país juega con orgullo para dar lo mejor que tiene», reflexiona el seleccionador canarinho.
Serbia, por su parte, no se arruga ni se intimida. «No me importa cómo Brasil va a jugar, no tenemos miedo de nadie», desafía el seleccionador, Dragan Stojkovic, que espera que su equipo sea competitivo y ofrezca la misma imagen que lo llevó hasta Qatar.
El reto de los balcánicos es, sin duda, contrarrestar los argumentos ofensivos de la Seleçao. Stojkovic reconoce «la dificultad» de intentar desactivar «tantos jugadores buenos como los que tiene Brasil», por eso «nos concentraremos en el juego de forma completa, para pararlos de una forma inteligente con un marcaje zonal». Serbia ha descartado cualquier tipo de presión hombre a hombre. «Será difícil, pero no es imposible frenar a Brasil», asegura el técnico.