Cristiano Ronaldo está en el mercado.
Su ruptura, abrupta al máximo, con el Manchester United, le coloca en un callejón con escasas salidas, por no decir, que solamente una, la de abandonar la élite del deporte que le ha hecho grande.
El paso atrás es inevitable y todo hace indicar que su destino será el Al-Nassr de Arabia Saudí, un fútbol en crecimiento (bien lo demostró con la victoria ante Argentina) pero lejos de la exigencia competitiva que reclama Cristiano Ronaldo.