Según consigna Presidencia, se realizó la firma de un convenio de cooperación triangular que sustenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Agenda 2030.
En el evento, que dio lugar en la Torre Ejecutiva, participó la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache; el director de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), Mariano Berro; y el jefe de la Unidad para América del Sur y Programas Regionales de la Dirección General de Asociaciones Internacionales de la Comisión Europea en Bruselas, Jorge de la Caballería.
También asistieron los asesores económicos de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Horacio Bafico, y de la Unión Europea (UE) en Uruguay, Paolo Berizzi; y el jefe de Cooperación de ese ámbito, Markus Handke.
Ache señaló con importancia y estima las instancias de colaboración con la UE, especialmente en este período postpandémico que viven en la actualidad todos los países del mundo. “Compartimos con la UE muchos valores”, subrayó.
En esta oportunidad, el instrumento de asociación bilateral cubrirá financieramente los proyectos de Mujeres en el Sector de Tecnologías de la Información, que se encargará de ofrecer capacitación a 200 personas de diferentes departamentos, y Economía Circular en la Industria Maderera, con el fin de promover el aprovechamiento de los residuos y subproductos. Además, apoyará el proyecto Formación de Jóvenes Innovadores, en Paysandú, Lavalleja y Cerro Largo, a través de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC). El monto total asciende a un millón de euros.
Por su parte, De la Caballería afirmó que el organismo secunda la relación en el ámbito político con Uruguay y que ambos comparten prioridades, como el pacto verde y la alianza digital.
Las autoridades presentaron también un proyecto de cooperación triangular. Esta iniciativa va a beneficiar a países de América Latina y el Caribe a través de la transferencia de capacidades y asistencia técnica desarrollada en Uruguay, además de ayudar a afrontar las consecuencias de la pandemia de Covid-19 y a su vez apoyar el cumplimiento de los ODS y la Agenda 2030.
En cuanto a la mujer en el ámbito de la ciencia en Uruguay, la realidad no es muy distinta a la que enfrentan el resto de los países latinoamericanos; una escasa participación en carreras de índole científico.
Existen grandes brechas de desigualdad entre el hombre y la mujer en las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Esto es observable a nivel estadístico ya que ellas perciben un sueldo 26 por ciento menor al de los hombres. Además, la trayectoria estudiantil femenina, a menudo suele verse interrumpida muchas veces por su responsabilidad de cuidado con la casa e hijos.
Según estadísticas recientes, un 46 por ciento de las mujeres interrumpió sus estudios o trabajos relacionados a la ciencia durante seis meses o más. La mitad de ellas señaló que fue a causa de embarazo y/o cuidado infantil o de personas dependientes.
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Una prueba de la desigualdad de esta área puede ser vislumbrada a través de la participación que la mujer tiene en los diferentes niveles jerárquicos en ciencia, innovación y tecnología; mientras que el hombre ocupa un treinta y dos por ciento, la mujer cubre menos de la mitad.
