La Nasa ha logrado el primer envío de un holograma a la Estación Espacial Internacional. El término utilizado en inglés es holoportation (holotransportación) y es un cruce entre “holograma” y “teletransporte” para referirse al viaje transdimensional del doctor Josef Schmid, que se plantó en la ISS sin moverse de su estudio en la Tierra y sin utilizar ningún tipo de cohete.
Es una idea de ciencia ficción digna de una novela de Isaac Asimov o de un episodio de Star Trek que resulta difícil de entender a primera vista: puede confundirse con un simple enlace de vídeo o de realidad aumentada, pero es algo mucho más grande. «Es una forma totalmente nueva que puede cambiar la exploración humana, ya que permite que la persona viaje fuera del planeta. No tanto con el cuerpo, que no se mueve, sino con la mente», dijo Schmid, refiriéndose al fenómeno.
Si tuviéramos que hacer una comparación, sería lo más parecido al sistema de comunicación a distancia de Star Wars: se desarrollaron modelos 3D de alta resolución de las personas implicadas en el holotransporte, se comprimieron digitalmente, se transmitieron y se reconstruyeron en el laboratorio espacial, todo en tiempo real. Mientras tanto, a bordo en la ISS, gracias a las HoloLens de Microsoft, los astronautas pudieron ver, oír e interactuar con su invitado como si estuvieran en el mismo espacio físico. El experimento fue el primer envío de transporte virtual que ha llevado a alguien más allá de los límites del planeta Tierra. La propia empresa de Redmond fue pionera en este tipo de tecnología, invirtiendo en ella con la intención principal de revolucionar sectores como la publicidad, la atención hospitalaria terrestre y la educación, y desde entonces no ha dejado de desarrollar el concepto. «Lo utilizaremos para nuestras conferencias médicas privadas, conferencias psiquiátricas privadas, conferencias familiares privadas y para llevar a VIPs a la estación espacial para que visiten a los astronautas», ha explicado un portavoz de la NASA en un comunicado oficial.
Y en el futuro, la agencia planea ampliar su sistema añadiendo una función de realidad aumentada, que daría a los «holoviajeros» la posibilidad de moverse realmente por la estación espacial y observar las cosas como si estuvieran literalmente allí, incluida la sensación de tocar los objetos cercanos.