Quedó inaugurada en el Museo Zorrilla la muestra del artista argentino Florencio Molina Campos. La misma comprende 30 ilustraciones realizadas por el artista durante el período 1930 – 1944. Nació el 21 de agosto de 1891, y lo bautizaron como Florencio de los Ángeles Molina Campos. Porteño, moderno en el vestir, amante de la música clásica, a los 35 años realizó su primera exposición, como aficionado y con gran éxito, que le abrió la puerta a su vocación por la pintura.
Destacaba que su gran maestra fue la naturaleza y su verdadera escuela el campo argentino. De niño, Molina Campos pasaba sus vacaciones en la estancia materna «Los Angeles», en General Madariaga, a 30 kilómetros de la Costa Atlántida.
Tenía nueve años cuando para entretenerse en los días de lluvia empezó a dibujar sus primeros gauchos.
El capataz de la estancia era Tiléforo Areco y se trasformaría en el personaje principal de sus cuadros. Un detalle en sus obras eran los dos estribos de los caballos, herencia de la familia Molina. Al morir su padre, él y su familia abandonan su vivienda en la Estancia «La Matilde» (en Chajarí, Entre Ríos) para instalarse en Buenos Aires. A manera de escapatoria, comienza a escirbir cuentos camperos y realiza dibujos que recuerdan su vida en el campo. Cuando se le preguntó «a qué se debe que los paisanos no se ofenden al verse reetratados por usted», respondió: «Es muy sencillo. El que mira el cuadro nunca se ve a si mismo sino a un amigo o conocido. Y eso, claro, le hace gracia».
El ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira señaló anoche durante la inauguración de la exposición que la muestra como un «notable éxito» en términos museísticos porque forma parte de una política de descentralización que viene impulsando el MEC. Destacó que la muestra estuvo instalada un mes en el departamento de Florida y al día de hoy hay varios La muestra estará abierta al público en el museo Zorrilla hasta el 2 de julio de lunes a viernes de 14 a 19 horas y los sábados de 11 a 16 horas.