Las autoridades de la ciudad china de Shanghái ha comenzado este lunes a someter a test de coronavirus a sus 26 millones de habitantes ante el aumento de los casos registrados en la segunda localidad más poblada del país. China es enfrenta al peor brote de casos de Covid-19 desde el inicio de la pandemia, que es remonta ya a finales de 2019. Así, las autoridades han puesto en marcha una respuesta sanitaria contundente.
Shanghái se ha convertido ahora en el centro de todas las miradas, si bien la provincia de Jilin también se ha visto gravemente afectada por el aumento de los contagios, según informaciones de la cadena CGTN. Las autoridades sanitarias han informado de que este lunes se han registrado 13.000 casos nuevos en todo el país, aunque la mayoría son asintomáticos. Las cifras ascienden a los 100.000 casos en el mes de marzo.
A pesar de que estaba previsto que el confinamiento finalizara el pasado viernes en el este y sur de Shanghái, el toque de queda permanecerá vigente hasta el fin de semana en diversas áreas de la ciudad, lo que implica que muchas zonas siguen bajo confinamiento. Actualmente aquellos que dan positivo están siendo trasladados a un hospital o instalación sanitaria donde permanecer en cuarentena. Sin embargo, la draconiana política de confinamientos parece haber surtido efecto. El número total de casos diarios de Covid en la ciudad comenzó a disminuir el miércoles, con la constatación de 5.298 nuevos casos asintomáticos transmitidos y 355 casos confirmados, en comparación con 5.656 casos asintomáticos locales y 326 casos nuevos con síntomas informados el día anterior.