«Quiero agradecer a la familia, que ha venido de Uruguay. Tienen un hijo extraordinario, nos ha llegado al corazón por su carisma y compromiso», expresó Joan Laporta, presidente de Barcelona.
Además de la palabra de Laporta, también habló el jugador que se vio muy conmocionado principalmente con la presencia de su familia: «Es una felicidad enorme estar aquí, el mejor equipo del mundo. Quiero agradecer primero a Dios la oportunidad de seguir aquí, a mi familia, a mis padres, a mi mujer. Me emociono un poco porque pasamos por muchas cosas. Agradecer a todos, estoy muy contento» dijo antes de que las lágrimas de alegría y emoción empiecen a caer por su rostro.
«Nosotros trabajamos mucho para estar acá, para llegar a Europa. Me dijeron que venía a Barcelona, qué felicidad tenía. Esto es fruto de mucho trabajo. Estoy contento de seguir acá, nunca lo dudé. Mi lugar está acá, creo mucho en lo que se está haciendo, en el proyecto. En la gente joven. Vamos a levantarlo y conseguir títulos. Podemos esperar de mí el compromiso y el trabajo, no hay negocio para mí. Se puede contar conmigo en cualquier momento y situación. Aportó mucho al equipo, me siento a gusto, importante. Ojalá podamos ganar muchos títulos» añadió Araujo.
Finalizado el acto, el deportista charló con Barça TV y comentó: «Yo estaba muy tranquilo. Es verdad que teníamos ofertas muy importantes de fuera. El ruido lo hacía la gente de afuera, yo estaba muy tranquilo. En dos reuniones lo logramos, fue muy fácil. Sabíamos la situación del club, pusimos de nuestra parte y salió bien».
El deportista llegó al Camp Nou como lo hace todos los días, pero su atuendo fue otro. El deportivo lo cambió por una vestimenta formal, de gala para llenarse de elogios sobre su calidad humana y profesional, que lo llevan a tener hoy una cláusula de salida de 1.000 millones de euros y un contrato con el Barcelona hasta 2026.
