Las autoridades sanitarias francesas han anunciado que a partir del 1 de febrero ya no será necesario que las personas que hayan dado positivo por coronavirus tengan que guardar cinco días de autoaislamiento, como ocurría hasta ahora. Los casos de contacto asintomáticos tampoco tendrán que realizar una prueba de detección al segundo día de la notificación de su estado, según la nueva normativa oficial anunciada este sábado por la Dirección General de Salud y recogida por el diario ‘Le Figaro’.
La DGS justifica esta relajación porque ha constatado «una circulación viral muy baja», lo que ha dado pie a la adopción de una «estrategia similar a la observada en otros países europeos».
No obstante, la DGS recomienda que las personas que den positivo, así como las personas que hayan estado expuestas a una persona contagiosa y con probabilidad de desarrollar la enfermedad, «respeten la distancia de seguridad y, sobre todo, eviten el contacto con personas vulnerables».
En lo que se refiere a la transmisión internacional, cabe destacar no obstante que este mismo sábado el Gobierno francés ha decidido ampliar hasta el 15 de febrero las pruebas de COVID-19 para los viajeros que llegan de China debido a la «situación en evolución» en el país asiático, que ha padecido un repunte sin precedentes de contagios en territorio nacional .