En plena aplicación del Acuerdo de Cooperación Reforzada en materia de Defensa (EDCA), el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y el jefe de Defensa de Filipinas, Andres Centin, han acordado la designación de cuatro nuevas bases y la finalización de los proyectos en las cinco bases ya instaladas en el país.
«La adición de estas nuevas sedes de la EDCA permitirá un apoyo más rápido a las catástrofes humanitarias y relacionadas con el clima en Filipinas, así como a responder a otros retos compartidos», se lee en un comunicado difundido por el Departamento de Defensa.
El EDCA es, según Washington, un pilar clave de la alianza entre ambos países que apoya el entrenamiento combinado, los ejercicios y la interoperabilidad de sus fuerzas.
Hasta el momento, Estados Unidos ha destinado más de 82 millones de dólares (74 millones de euros) a inversiones en infraestructuras en los cinco emplazamientos existentes.
«La Alianza Filipinas-Estados Unidos ha resistido la prueba del tiempo y sigue siendo férrea. Esperamos con interés las oportunidades que estos nuevos emplazamientos crearán para ampliar nuestra cooperación conjunta», ha detallado el Ejecutivo estadounidense.
Este acuerdo se da en medio de las crecientes tensiones en la región a causa de la presión de China en el mar de China meridional. En concreto, Filipinas y China están inmersas en una disputa territorial debido a las reclamaciones superpuestas en dicho mar, donde Pekín se ha apoderado de zonas y ha construido islas artificiales con instalaciones con capacidad militar.
Además de Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán también reclaman la zona, que se considera rica en recursos naturales.
Que buenos son, siempre pensando en catastrofes humanitarias.