El golpe de calor en perros

¿Qué es? Síntomas y factores de riesgo.

Los perros son mucho más sensibles que los humanos al calor. Tener que soportar fuertes temperaturas puede ser muy peligroso para nuestros animales.

“Golpe de calor” es el nombre común que utilizamos para referirnos a la hipertermia, que es una subida de la temperatura corporal. Los perros no transpiran, es decir, no sudan.

Sólo pueden eliminar el calor a través de 3 mecanismos:

El jadeo (la respiración rápida típica del perro).

A través del sudor, pero únicamente el que emiten las almohadillas de sus patas y en contacto con superficies frías.

A través de zonas con poca presencia de pelo, como el abdomen.

La temperatura media normal en perros es de 38 a 39ºC. Un golpe de calor puede elevar su temperatura corporal hasta 42ºC

Consecuencias de un golpe de calor o insolación en perros

Los daños y desequilibrios fisiológicos que puede producir un golpe de calor son:

Problemas vasculares.

Hemorragias.

Acidosis metabólica (incremento en la acidez del plasma sanguíneo).

Problemas respiratorios.

Problemas neurológicos.

Edema cerebral (es el exceso de acumulación de líquido (edema) en los espacios intracelulares o extracelulares del cerebro).

Y los problemas secundarios asociados a la insolación o golpe de calor son, entre otros:

Problemas renales debido a la hipotensión secundaria.

Problemas neurológicos debido al daño al sistema nervioso.

Problemas vasculares (DIC).

Infecciones sistémicas (SIRS).

Problemas hepáticos debido a la destrucción de los hepatocitos.

Problemas cardíacos debido a la destrucción de los miocitos.

Los efectos de un golpe de calor pueden ser temporales o permanentes. Incluso, se puede producir la muerte del animal en 15 minutos. Aunque se estabilice el perro, es posible que este pueda presentar secuelas días o semanas más tarde de sufrir el incidente.

Hay factores de riesgo a tener en cuenta para evitar (o minimizar) el golpe de calor

La alta temperatura en el exterior.

La humedad ambiental elevada, que dificulta la eliminación de vapor de agua del cuerpo.

Los espacios reducidos (el auto, una habitación completamente cerrada, el balcón, un medio de transporte en que se coloque al animal para viajar largas distancias).

Poca agua a disposición del animal o que no se cambia a menudo.

Falta de sombra en el patio, balcón o terraza.

Tierras de cemento o que retienen muchísimo calor.

Perros atados que intentan acceder al agua o en la sombra y pueden estrangular o ahogarse con la cadena o correa.

Los animales que tienen más riesgo de sufrir un golpe de calor son los siguientes:

Los más jóvenes o los más viejos.

Los que tienen enfermedades respiratorias o cardíacas (por ejemplo, arritmias).

Los de raza braquicéfala (bulldogs, boxers, carlistas, persas, pequineses).

Los animales obesos.

Los de piel oscura.

Los animales que acaban de comer (es mejor dar de comer a la noche, ya que una digestión complicada puede favorecer la hipertermia).

Hacerles hacer ejercicio durante las horas de calor o bien cuando los animales están muy nerviosos.

¿Cuáles son los síntomas del golpe de calor?

Si su perro sufre un golpe de calor, los primeros síntomas que verá serán:

Respiración muy rápida y forzada.

Dificultad de movimiento.

Tambaleo.

Alteración de la salivación.

Lengua y mucosas azules.

Recuerde que los efectos de un golpe de calor pueden ser temporales o permanentes, y que es un incidente que puede conllevar la muerte del animal. Por lo tanto, si su animal presenta estos síntomas, acuda de inmediato a su veterinario, ya que el animal puede estar en situación grave.

¿Qué hacer ante un golpe de calor?

Si se observa que un perro sufre un golpe de calor, es necesario tener calma y actuar de forma eficiente y con rapidez. Lo primero que tendríamos que hacer es contactar con un veterinario e informarle de la situación.

Una primera medida de auxilio es conseguir que la temperatura corporal baje, pero nunca repentinamente. No es recomendable cubrir el animal con toallas, ni someterlo a medidas extremas (ni baños en agua fría, ni utilización de hielo) y seguir en todo momento las indicaciones del veterinario. Se le puede mojar con agua, pero ésta no debe ser ni fría ni caliente.

Se puede proporcionar agua para que el perro pueda beber, pero sin precipitarse. No debe beber ni grandes cantidades ni demasiado rápido.

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