El Inter de Milán italiano tomó una pequeña ventaja en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Oporto portugués, al que derrotó por 1-0 este miércoles en el Giuseppe Meazza gracias a un gol en los minutos finales de Romelu Lukaku ante un rival que se había quedado con diez.
Como estaba previsto, el primer capítulo de esta eliminatoria fue muy igualado.
Ambos apelaron por arriesgar lo justo, pese a que en la segunda mitad se abrió un poco más el encuentro, con protagonismo para André Onana y para Diogo Costa. Al final, el tanto del delantero belga, poco después de la expulsión de Ótavio, permitirá al campeón de la Serie A de viajar a Do Dragao por delante, pero sin nada por decidir.
Los de Simone Inzaghi empezaron mejor el duelo y gozaron de las primeras llegadas al área del conjunto portugués.
Lautaro Martínez tuvo una buena opción, pero cabeceó demasiado alto en una óptima posición, mientras que la mejor de ese tramo fue para Çalhanoglu, con un potente disparo ajustado que encontró la respuesta de Diogo Costa.
Los visitantes no pasaron excesivos apuros, aunque tampoco se asomaron demasiado al área de Onana salvo con un disparo muy alto de Grujic, aunque en el tramo final tuvo su mejor oportunidad con un disparo de Grujic, que repelió el guardameta camerunés y con Galeno no pudiendo impactar el rechace. Cuando el partido enfilaba el descanso, Diogo Costa volvió a realizar una parada meritoria a un cabezazo de Bastoni.
Tras el descanso, el panorama cambió y se vio un choque más entretenido y con más ocasiones, sobre todo para los de Sergio Conceiçao. Taremi avisó ante Onana y posteriormente el equipo portugués gozó de una triple oportunidad que no logró terminar en gol. Zaidu disparó con potencia, pero se topó con un defensa, aunque el rechace le cayó a Taremi, que tuvo dos remates consecutivos, ambos sacados de forma casi milagrosa por el portero interista.
El Inter había perdido un tanto el control del encuentro y esos avisos le despertaron. A Lautaro Martínez le faltaron centímetros para empujar un balón enviado por Lukaku, la solución que Inzaghi había metido en el campo por un desaparecido Dzeko en busca de más peligro arriba.
Taremi, muy activo en estos segundos 45 minutos, tampoco aprovechó del mejor modo posible un buen contragolpe y poco después llegó la expulsión de Ótavio.
Los ‘neroazzurri’ apretaron y Lukaku acabó con la racha de 22 partidos invicto de su rival al recoger un rechace del palo tras un gran cabezazo suyo. El Oporto aguantó hasta el final, aunque Diogo Costa aún tuvo tiempo de hacer otro parada meritoria al belga.