Las autoridades de México sospechan que el secuestro el fin de semana de los cuatro estadounidenses en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, podría estar relacionado con las drogas, después de conocer que tres de ellos tienen antecedentes penales por tráfico, venta y posesión de armas en su país.
De acuerdo con el Gobierno mexicano, no es la primera vez que los cuatro -tres hombres y una mujer- cruzaban la frontera por motivos supuestamente relacionados con estas sospechas. Según los registros de las autoridades de Carolina del Sur, de donde son originarios, tienen antecedentes relacionados con las drogas.
Zindell Zaquille Mckinley Brown y Shaeed Hakim Woodard, las dos víctimas mortales del secuestro tenían antecedentes relacionados con la elaboración y el comercio de drogas, robo con violencia y posesión de armas.
Por su parte, Letavia Lateefa Washington, quien resultó ilesa en el ataque, aparece en los registros policiales por fabricación y tráfico de drogas, robo y amenazas a un funcionario, mientras que Eric James Williams, herido de bala, es el único que no tiene historial delictivo, detalla el diario “EL Universal”.
De acuerdo con las autoridades mexicanas, los cuatro habrían sido interceptados por hombres armados del Cártel del Golfo, quien mantiene un férreo control del tráfico de estupefacientes en Matamoros, para evitar que operaran en su territorio.
Mientras tanto, está previsto que los cuerpos sin vida de Woodard y Brown pongan rumbo este jueves a Estados Unidos tras serle practicada la autopsia, dos días después de que los dos supervivientes fueran entregados a las autoridades estadounidenses.