El combinado norteamericano, que había sido semifinalista en todas las citas mundialistas celebradas hasta el momento y que acumula cuatro títulos (1991, 1999, 2015 y 2019), se vio sorprendida por las escandinavas, terceras en Francia 2019, y se despide del torneo en la primera eliminatoria.
Tras el empate sin goles en el tiempo reglamentario y después de que el marcador no se moviese en la prórroga, el choque se decidió desde los once metros. Las dos primeras jugadoras suecas y las tres primeras estadounidenses no erraron sus lanzamientos, hasta que llegó el fallo de Nathalie Bjorn.
Megan Rapinoe, Balón de Oro en 2019, también envió el balón fuera, y ni Rebecka Blomqvist ni Sophia Smith aprovecharon su oportunidad de poner en ventaja a su equipo. Hanna Bennison sí adelantó a Suecia, y la guardameta Alyssa Naeher respondía con seguridad.
El drama de la selección norteamericana empezó a gestarse cuando Kelley O’Hara, en el séptimo lanzamiento, topó con el palo. Lina Hurtig tenía ante sí la ocasión de eliminar a la campeona, y a pesar de Naeher adivinó el lanzamiento, el esférico superó la línea de gol y el tanto subió al marcador, tras varios instantes de incertidumbre y con la ayuda del VAR.