Los científicos rusos se inclinaron por perros callejeros porque asumen que estos animales ya habían aprendido a soportar las condiciones extremas de frío y hambre.
La famosa perra fue encontrada vagando por las calles de Moscú.
La nave Sputnik 2 fue la segunda nave espacial puesta en órbita alrededor de la Tierra, siendo una cápsula cónica de 4 metros de alto con una base de 2 metros de diámetro. Formaban parte de ella, varios compartimientos destinados a alojar diferentes funciones y sistemas de la nave para que pueda funcionar de forma correcta.
En una cabina sellada y separada del resto viajaba la perra Laika. El animal, que pesaba 6 kilos, estaba sujeta con un arnés, y unos electrodos monitorizaban las señales vitales. La cabina presurizada y acolchada del Sputnik 2 le permitía estar acostada o en pie. La comida y el agua se encontraban en forma de gelatina y un sistema regenerador de aire le proveía de oxígeno.
Sin embargo, se planeó sacrificarla después de 10 días en órbita, pero se reveló que Laika había muerto a las pocas horas debido al sobrecalentamiento y el estrés. Esto concluyó para los científicos los primeros datos en cuanto al comportamiento de un organismo vivo en el medio espacial.