Se acerca el fin de 2022 y en Diario La R repasamos el año político con Alejandro Sánchez, senador del Frente Amplio, quien definió los hitos y acontecimientos más importantes desde el punto de vista de un legislador de la oposición.
– Si tuviéramos que hacer una reflexión política acerca del año que termina ¿cómo lo definiríamos?
– Fue un año largo y de mucho trabajo. Tuvimos un proceso de referéndum, que generó que comenzara muy temprano el año debido a las fechas que estaban establecidas. En definitiva lo que termina arrojando el referéndum (sobre la Ley de Urgente Consideración) es que en el Uruguay existen más o menos dos mitades que, más allá de distintas interpretaciones, se encuentran en un empate técnico.
Eso es lo que terminó demostrando el referéndum. Yo creo que hay un antes y un después en la medida en que demostró que la situación política del país no era la que presentaba el gobierno de una gestión con una altísima aprobación. El gobierno miraba el resultado de octubre como resultado efectivamente real pero la realidad política tras el referéndum indica que es más cercano a la de noviembre.
El fin de la pandemia y el referéndum coinciden y es donde se abre a partir de ese momento una evaluación del gobierno que va más allá de los efectos de la pandemia. Hasta ese momento todo estaba impregnado por la pandemia y los problemas económicos, sociales, de distribución de ingresos, de derechos laborales y de salarios no estaban arriba de la mesa, porque la principal ocupación era la pandemia. Marcó un punto de inflexión diciendo: ahora empezamos a mirar las políticas que está desempeñando el gobierno sin la distorsión de la pandemia que generaba una distorsión importante en la evaluación de las personas sobre las políticas económicas, sociales y productivas que había iniciado el gobierno.
– ¿Y entonces cuál sería la evaluación?
Para hacer una evaluación creo que hay que fijarse en las áreas de política, más allá de estos escándalos de corrupción que están afectando al gobierno y que el gobierno ha intentado minimizar, pero que cada vez se extienden más.
El Gobierno no ha logrado desarrollar hasta el momento ninguna política estructural efectiva. Planteó como un eje central un aumento de las inversiones para compensar la situación de lo que había sido la caída en la crisis por el covid. Entonces se decía que salía con inversión privada, inversión pública; se habló de récord de inversiones. El presidente de la República anunció el 2 de marzo incluso algunas inversiones millonarias, que no se han logrado concretar o que se han concretado en un número muy pequeño. Por ejemplo el proyecto de saneamiento para 250 pueblos del Uruguay y mil millones de dólares terminó en cinco pueblos y todavía no se ha empezado a desarrollar. Desde el punto de vista de las obras de infraestructura, el gobierno no ha logrado desencadenar ese proceso y se está encontrando lamentablemente con que terminan las obras de UPM, esto lo dice las propias cámaras de la construcción, y no hay inversiones ni proyectos para poder sustituir esa mano de obra que va a tener un impacto muy fuerte.
– Y con respecto a la apertura de mercados también se hicieron anuncios importantes. ¿Cómo evalúa eso?
– La apertura del país a los nuevos mercados el resultado que arroja es un estancamiento de las negociaciones con China donde no se ha avanzado más y el gobierno no ha hablado más del Tratado de Libre Comercio porque en realidad no hay avances. Fue un error estratégico pensar que podía avanzar solo el Uruguay con China sin el Mercosur. El gobierno ha quedado solo en la región, es decir, se peleó con la región y no ha logrado concretar ningún nuevo espacio comercial en el mundo. Entonces yo diría que la agenda de políticas de gobierno ha sido un fracaso porque no ha ampliado ningún mercado y no hemos conseguido nuevos mercados.
– Sin embargo el país ha marcado una recuperación y crecimiento luego de la pandemia.
– En el área de comercio exterior el gobierno lo que ha hecho es aprovechar el crecimiento del precio de los commodities sin generar la apertura de ningún nuevo mercado. En relación al empleo no ha generado ninguna política de ampliación. La única política de empleo que ha tenido este gobierno han sido los Jornales Solidarios que es empleo precario y de corto plazo. No hay una política de ampliación del empleo porque no hay una política de ampliación de las inversiones en el país porque tampoco llegaron las cataratas de inversiones que el Gobierno anunció que iba a recibir. Lo que ha sucedido sí es un crecimiento exponencial de los depósitos bancarios que habla justamente de que tenemos una política económica que está concentrando recursos de la peor manera posible porque los recursos se concentran pero no se invierten en actividades productivas, se guardan en el sistema financiero.
El “malla oro” está acumulando muchísimos recursos, el crecimiento de los commodities no genera derrame en la población y esto trae aparejado los problemas de ingreso de los distintos sectores, los problemas del empleo precario y los problemas de falta de poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones. Pero esa acumulación que generan algunos sectores producto de los altos precios internacionales no se está invirtiendo en actividades productivas del país sino que se está guardando en los bancos. Entonces me parece que estamos en un problema serio en un mundo donde los economistas todos avizoran que será un mundo más complicado el año próximo con una recesión probablemente desde la zona euro, con un crecimiento menor de China y con una inflación muy importante en dólares con Estados Unidos. Concluye un año en donde las grandes reformas no se vieron, los grandes proyectos no están y el gobierno está nadando en el barro de los problemas de corrupción que no han podido resolver ni ha tenido la capacidad de hacerse cargo.
Tenemos un gobierno enmarañado en problemas de corrupción por los casos de Astesiano y Marset, tenemos un gobierno sin agenda de futuro y un gobierno que no se está dando cuenta de las necesidades estructurales del país en términos de inversión y acceso a los mercados.
– ¿Cómo llega el gobierno a esta última etapa del año?
El gobierno ha tenido dos iniciativas importantes que está tratando de tramitar que son la reforma de la Seguridad Social, que demuestra claramente que va a generar un mayor perjuicio para la enorme mayoría de la gente y no se toca a los poderosos. Y por otra parte la transformación educativa que lamentablemente no tiene un espacio de diálogo con la comunidad educativa.
Creo que hay como una especie de de dejar solo el Presidente de la República de parte de la coalición de gobierno en donde es el presidente es quien están poniendo el pecho de las balas de todos estos problemas.
– ¿Y cómo ve el accionar de la oposición este año y en este escenario?
– Creo que el el frente ha logrado reformularse en dos espacios: primero en la reconstrucción de su conducción con la elección de Fernando Pereira que creo que le ha dado un dinamismo distinto, una presencia diferente al Frente Amplio que está tratando de esta de pararse firme en contra de estas reformas, que son reformas que van en contra de los derechos de los uruguayos. Lo veo muy firme y, no enredado en si soy una oposición responsable o no, sino parado en donde tiene que estar parada la oposición controlando al gobierno y marcando los errores y proponiendo alternativas proyecto concentrador y excluyente del gobierno. Planteando alternativas distintas. Dialogando con la sociedad en “El Frente Amplio te escucha” se están generando propuestas. Me parece que en ese sentido la oposición se ha plantado bastante fuerte en contra de la corrupción y en contra de alguna manera de una agenda regresiva del gobierno. Obviamente todavía le falta mucho más músculo mucho más diálogo con la sociedad necesitamos seguir conversando y escuchando los reclamos de la sociedad para poder hacernos eco de esos reclamos y en función de eso también construir junto con la sociedad también las alternativos.