Para desarrollar un Alzheimer precoz tienen que darse algunas condiciones. En primer lugar, el paciente no debería tener menos de 30 años. Y en segundo lugar, el desarrollo de la enfermedad debería venir asociada con una mutación genética preexistente.
Se trata de un joven chino al que se le hizo seguimiento durante dos años y se encontró que su memoria se viene debilitando gradualmente desde entonces.
Pero resulta que el caso descrito en un estudio publicado en la revista científica Journal of Alzheimer’s Disease -y capitaneado por el Centro Nacional de Investigación Clínica de Enfermedades Geriátricas de Beijing- no cumple con ninguno de esos requisitos.
Se trata de un joven chino de 19 años al que se le hizo seguimiento durante dos años y se encontró que su memoria se viene debilitando gradualmente desde entonces.
Como comenzó
Todo comenzó cuando el joven consultó por dificultades para estudiar y la pérdida de memoria a corto plazo. Le realizaron estudios genéticos y no encontraron mutaciones en los tres genes que suelen estar implicados en el desarrollo precoz de la enfermedad.
Sin embargo, el joven presentaba otros biomarcadores que suelen aparecer cuando alguien desarrolló Alzheimer. Por ejemplo, una mayor concentración de la proteína tau en el líquido cefalorraquídeo del cerebro.
«Todos los datos reportados van en la dirección de un diagnóstico de Alzheimer», declaró un neurólogo especializado al diario español El Mundo. Y agregó: “Nunca se describieron casos tan tempranos no relacionados con antecedentes familiares o mutaciones genéticas. La historia de este niño llama la atención porque ya hay signos claros de la enfermedad en una época inesperadamente anticipada».
Lo publicado hasta la fecha no arroja más información sobre el origen o las posibilidades del desarrollo de la enfermedad en el joven, pero los autores aseguran en el texto que “explorar los misterios de los jóvenes con la enfermedad de Alzheimer podría convertirse en una de las preguntas científicas más desafiantes en el futuro».