Ancap realizará una inspección completa del oleoducto que transporta crudo hacia la refinería de La Teja, con el fin de evaluar su estado general. Este proceso, que ya estaba programado, adquiere mayor relevancia luego del reciente incidente ocurrido en el arroyo Solís Grande, entre los departamentos de Canelones y Maldonado.
El vicepresidente de Ancap, Diego Durand, destacó que el equipo técnico actuó con rapidez y eficacia para contener y reparar el daño, que consistió en la pérdida de un metro cúbico de crudo, un volumen pequeño comparado con los 7 millones de metros cúbicos que el oleoducto transporta diariamente. «La respuesta fue inmediata y exitosa», afirmó Durand, quien también detalló que la situación fue resuelta en menos de 24 horas.
Este incidente, que fue el cuarto en la historia del oleoducto, puso en evidencia el envejecimiento de la infraestructura. Sin embargo, según Durand, ya se tenía planificado un análisis detallado del oleoducto antes de este episodio. «La semana próxima comenzarán los trabajos de equipos especializados para realizar una inspección interna del oleoducto. Además, haremos recorridos a pie para detectar posibles vulnerabilidades», explicó.
El vicepresidente también resaltó la colaboración con organismos como la Prefectura, el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) y el Ministerio de Ambiente para mitigar cualquier posible impacto ambiental. «Detuvimos el bombeo el sábado, y tras recibir la autorización correspondiente, reanudamos las operaciones el domingo», concluyó.