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El anillamiento de aves es una de las técnicas más antiguas y efectivas para estudiar a este tipo de especies.

Anillos para las aves

El anillamiento de aves es una de las técnicas más antiguas y efectivas para estudiar a este tipo de especies.

La migración en las aves, como fenómeno natural en busca de su supervivencia, proporciona importantes valores ecológicos a los entornos. Con cada viaje, controlan la población de insectos, polinizan flores, desperdigan semillas y son protagonistas en la salud y bienestar de los ecosistemas. Todas las aves no migran, pero a las que lo hacen, les debemos el perfecto equilibrio del planeta.

En un simple ejemplo, una golondrina puede comer cerca de 800 moscas o mosquitos al día, en cada zona donde se traslade. Si ella dejara de ir a ciertos ecosistemas eventualmente, esa comunidad de insectos crecería y los humanos recurrirán a plaguicidas para exterminarlos, lo que genera más contaminación y trastorno del clima.

Toda migración está condicionada por el tipo ave, su reloj biológico y sus necesidades, y aunque no se conocen aún algunas con exactitud, ya los expertos las clasifican en pequeñas o grandes.

Es el archipiélago cubano, refugio de bandadas de aves migratorias durante todo el año, reportando más de 200 especies con estas características. De las 152 que anidan en Cuba, 14 son migratorias con residencia veraniega. Existen registros confirmados de 216 especies de aves migratorias que no anidan en el país (40 invernantes comunes, 40 invernantes menos frecuentes, 57 solo transitorias, y 79 ocasionales). Estos datos, leídos rápidamente a simple vista, generan estudios y dedicación de los especialistas, y la mayoría se conocen por la técnica de los anillos.

Un ave vuela rutinariamente, cae en redes casi imperceptibles, los expertos llegan y con dedicación las colocan en bolsas donde pueden respirar. Muy cerca de esa posición están los pequeños departamentos, allí las aves son examinadas, observadas, pesadas, y les colocan un pequeño aro en una de las patas que no dificulta su desarrollo vital. Luego de esto, son puestas en libertad.

La Estación de Anillamiento de Aves Juan Cristóbal Gundlach, ubicada en el sur oriente del país, exactamente en la Reserva Ecológica Siboney Juticí de Santiago de Cuba, debe su nombre al zoólogo y naturalista cubano nacido en Alemania. Creador del primer museo de zoología en la isla, sus aportes se plasmaron en obras sobre mamíferos, aves, insectos, reptiles y moluscos.

Desde hace 13 años y de manera ininterrumpida, ornitólogos y seguidores de la ciencia, anillan en la “Gundlach”, aves tres días cada tres meses. La estación, única de su tipo en el país, no solo recopila los datos, además de eso, promueve la conservación ambiental, y fomenta la formación de especialistas en la técnica. El anillamiento científico de aves, es una herramienta de monitoreo que permite el estudio a largo plazo en áreas geográficas determinadas. Esta, proporciona valiosa información sobre las tendencias poblacionales de distintas especies endémicas, residentes o migratorias. Los datos recogidos describen el tarso, las alas, el pico, el peso y estado de sus plumas. El anillo colocado está hecho de metal, con una numeración única, y permite reconocer al ave, en caso de una recaptura.  

Aunque algunos pueden oponerse al anillamiento por preocupaciones sobre el bienestar de las aves, es importante destacar que, cuando se realiza de manera ética y profesional, como es el caso en nuestra historia, el anillamiento es una herramienta valiosa para la investigación y la conservación. Su utilización contribuye a la conservación de especies en peligro, ya que facilita la identificación de amenazas y la evaluación de la efectividad de las estrategias de conservación, fomenta la educación y la sensibilización sobre la importancia de las aves y su hábitat, e involucra a la comunidad en la ciencia ciudadana.

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