Las autoridades argentinas han iniciado una investigación sobre la muerte de decenas de ballenas en la costa de la provincia de Chubut, específicamente en la zona de Península Valdés, un sitio declarado Patrimonio Natural de la Humanidad. En lo que va de 2024, ya se han encontrado 71 ballenas muertas, un número alarmante en comparación con los 30 casos registrados en 2023 y los 12 del año anterior.
El fenómeno ha generado preocupación, ya que Península Valdés es un importante punto de llegada de las ballenas francas australes durante su período de reproducción, y es un área clave tanto para su conservación como para el turismo en la región.
Hipótesis sobre la causa de la mortandad
Una de las principales hipótesis que manejan los investigadores es que las ballenas podrían haber consumido una toxina que se encuentra en el zooplancton, la fuente alimenticia de estos mamíferos marinos. Esta toxina, que podría estar presente en mayores concentraciones debido al calentamiento global, tendría un efecto paralizante en los animales, lo que podría explicar las muertes masivas.
Aunque la toxina en cuestión es natural y está presente en algunos organismos marinos, los especialistas sospechan que su aumento en la concentración en el agua podría estar relacionado con las altas temperaturas oceánicas, un fenómeno vinculado al cambio climático. El calentamiento de los océanos puede favorecer el crecimiento de ciertas especies de plancton que producen estas sustancias tóxicas, lo que estaría afectando negativamente a las ballenas.
Deben ser cosas de Milei