Según informó Europa Press, este encuentro contrasta con el desplante que protagonizó el propio Trump hace cuatro años, cuando se negó a reconocer la victoria electoral de Biden y no asistió a su toma de posesión.
Ambos líderes posaron junto a sus esposas, Jill Biden y Melania Trump, frente a las puertas de la Casa Blanca, antes de sostener una reunión privada como paso previo a los actos formales de investidura. En un hecho simbólico, Trump ya pasará la noche de este lunes en la residencia presidencial, a la que llega como visitante pero en la que asumirá nuevamente el rol de inquilino principal en pocas horas.
La ceremonia de investidura, que tradicionalmente se realiza frente al Capitolio, se llevará a cabo esta vez en el interior del edificio debido a las bajas temperaturas. Antes de acudir a la Casa Blanca, Trump asistió a una misa en compañía de su familia y aliados cercanos en una iglesia de la zona.
Biden, quien en 2024 prometió respetar los protocolos tradicionales, aseguró que la transición se llevaría a cabo de manera tranquila, honrando los formalismos habituales del traspaso de poder.
