Al menos 33 palestinos perdieron la vida y decenas resultaron heridos en un ataque aéreo israelí contra el campamento de refugiados de Nuseirat, en la Franja de Gaza. Este ataque se enmarca dentro de los intensos enfrentamientos que han marcado la guerra desde su inicio en octubre de 2023.
Tras el bombardeo, Rawhi Fattouh, presidente del Consejo Nacional Palestino, denunció que el gobierno de Benjamin Netanyahu está llevando a cabo un “terrorismo de Estado” y exigió una intervención internacional para proteger a los palestinos. Fattouh también acusó a Israel de violar el derecho internacional y las resoluciones de los tribunales globales, señalando que las altas cifras de víctimas mortales son una manifestación de una “limpieza étnica” en curso.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados palestino condenó lo sucedido, calificando el ataque de “masacre brutal” y responsabilizando a la ocupación israelí de la violencia. Según el Ministerio, esta acción es un resultado directo de la inacción de la comunidad internacional, que ha permitido a Israel continuar con su ofensiva.
Fuentes médicas, citadas por la agencia oficial Wafa, informaron que al menos 70 personas han muerto en Gaza desde la medianoche del jueves debido a los ataques israelíes. Desde el comienzo del conflicto, casi 45.000 personas han muerto y más de 106.000 han quedado heridas.
