Brasil oficializó este jueves que la cumbre presidencial del Mercosur se celebrará el próximo 20 de diciembre en Foz do Iguaçu, en la triple frontera con Argentina y Paraguay. La confirmación despeja semanas de incertidumbre en torno a la sede y el cronograma, condicionados por la posibilidad de que el bloque concrete la firma del acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), negociado desde hace un cuarto de siglo.
La definición llegó en un momento clave: la próxima semana, las autoridades europeas deberán resolver si superan la resistencia interna encabezada por Francia y habilitan la suscripción del tratado. Las discusiones en Bruselas se centran especialmente en el impacto que el acuerdo podría generar en el sector agrícola, uno de los más sensibles en la UE.
En las últimas horas, la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo aprobó un paquete de garantías para los productores europeos, que deberán ser ratificadas por el pleno. Las nuevas cláusulas permitirían abrir investigaciones si las importaciones agropecuarias desde el Mercosur aumentan más de 5 % respecto del promedio de los últimos tres años, o si ingresan a precios 5 % inferiores a los del mercado europeo.
El Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, con Bolivia en proceso de adhesión) sostiene que ya está en condiciones de firmar el tratado. La última decisión queda ahora en manos de los miembros de la UE, cuyos pasos determinarán si el acuerdo puede concretarse durante la cumbre en Foz do Iguaçu.
