El Programa Maestros Comunitarios (PMC) se implementó a partir del año 2005 y es una de las innovaciones en materia de política educativa más importante de los últimos años. En sus inicios se comenzó a co ejecutar con el MIDES y también sumó durante varios años la colaboración de UNICEF.
Conocer el Programa Maestros Comunitarios
Una Maestra Comunitaria trabaja en el contraturno de su escuela. Es decir tiene una clase a cargo en un turno y en el otro es maestra comunitaria. Es una función que se elige entre las docentes de la escuela por parte de la dirección y del colectivo docente entre quienes tienen mejor perfil o formación para apoyar aquellos niños y niñas más vulnerables y sus familias, son maestras que conocen el barrio y sus actores, que caminan cotidianamente el territorio sobre el cual la escuela incide.
El PMC se ubica en las escuelas urbanas más vulnerables y que a su vez son de tiempo simple (4hs), son las escuelas que corresponden al quintil 1 y 2 del relevamiento que se hace periódicamente por parte de la administración y que habilite que se destinen más recursos a las escuelas que están en contextos más vulnerables.
Las maestras comunitarias se desempeñan en el contraturno de sus escuelas y trabajan con las y los niños y sus familias, que asisten mayor tiempo ya que concurren en horario contrario al de su grupo.
La definición sobre quienes participan de las actividades es de las maestras, seleccionan en sus grupos a aquellos estudiantes y familias que necesitan mayor tiempo pedagógico, mayor apoyo, otras oportunidades de construir la relación con la escuela y los aprendizajes.
Trabajan en las escuelas más vulnerables con las familias y los gurises que más necesitan apoyo de esas escuelas.
El PMC tiene varias líneas de intervención que orientan el trabajo, ellas son alfabetización en hogares, grupos con las familias, integración educativa, aceleración escolar y transiciones educativas. Sin ingresar en el detalle de cada una, resulta bastante claro que trabajan en la construcción de mejores escenarios para la educación, mejoran los vínculos y terminan siendo un agente clave en el acceso a redes de protección social en cada territorio, con una mirada muy clara en proteger a aquellos gurises que pueden llegar a dejar la escuela.
Al ser un actor que está cotidianamente en la comunidad, interviene también en la construcción y fortalecimiento de redes, brinda acceso a prestaciones y programas de protección social, colabora con intervenciones que tienen que ver con situaciones de violencia, abuso o maltrato, entre tantas otras actividades que hacen las maestras comunitarias.
El PMC ha sido evaluado sistemáticamente
Desde el inicio del PMC se han realizado evaluaciones del programa, las han realizado diferentes actores y con diferentes propósitos, la Dirección de Evaluación y Monitoreo del Mides, las evaluaciones del Programa INFAMILIA en colaboración con el BID, el propio Consejo de Educación Inicial y Primaria produce informes anuales de las actuaciones entre otras que están disponibles en web al acceso de la ciudadanía.
El PMC también construyó una interesante alianza con la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República y esto llevó a la colaboración y la asistencia técnica, sistematizado y produciendo conocimiento sobre el significado de esta “nueva forma de hacer escuela”. Este acompañamiento ha sido sistemático y a lo largo de toda la existencia del programa y también incluyó el acompañamiento en los diferentes territorios concretos. Vale aclarar que esta colaboración está interrumpida a partir de la no renovación del convenio por parte de las autoridades actuales.
Decisiones arbitrarias y a destiempo
Venimos de años duros para nuestras infancias, la pandemia sabemos que ha afectado más a quienes estaban en situaciones más vulnerables, las condiciones de vida de nuestras infancias se han deteriorado, la matriz de protección social se está debilitando por razones de orientación de la política pública o por recorte presupuestal, el acceso al sistema de salud ha sido complejo, el cierre de las escuelas perjudicó más a aquellos que más necesitan la escuela y la protección que la escuela abierta supone. Todavía no sabemos la magnitud de los efectos sobre los gurises.
Durante estos años malos las maestras comunitarias han sido muy importantes para la vida de niñas, niños y familias, recordemos que en el 2020 hasta las policlínicas cerraron en los barrios.
Recientemente el recorte del Mides ha quitado los Socat de los territorios, desaparecieron o disminuyeron programas que tenían que ver con la protección social en las comunidades, programas como Uruguay Crece Contigo o Jóvenes en Red se debilitaron o desaparecieron sin ninguna alternativa, las escuelas volvieron a quedar solas.
Las maestras comunitarias perdieron más salario que el resto de los trabajadores. En el año 2021 se tomó la decisión de que fuera una función de marzo a diciembre en vez de ser del inicio de cada año del programa al 28 de febrero. Casi dos meses de sueldo menos, además de la pérdida salarial que tuvieron los trabajadores en general.
Este año se quitan funciones de maestra comunitaria. En el año 2018 llegaron a ser 551 maestras y ya entrado marzo (el 7 de marzo) se anuncia por parte de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria que para este año serán 500 maestras.
No se disponen de evaluaciones nuevas que expliquen estos recortes y vaciamiento de una función tan importante para niños y familias.
Parece una decisión de política educativa arbitraria, no basada en ninguna evidencia, y que no fue consultada con la Asamblea Técnico Docente, ni negociada con la Federación Uruguaya de Magisterio que está intentando preservar este recurso tan relevante.
Sacar 51 Maestras Comunitarias que atendían al menos 1300 niñas y niños y sus familias debería de tener explicaciones razonables y basadas en algún tipo de evidencia.