CASMU brinda seguimiento a pacientes COVID-19 con síntomas prolongados

La institución ofrece un servicio cercano dirigido a socios o no socios quecursan la enfermedad o que ya recibieron el alta pero continúan con síntomas.

El Programa de Gestión de Urgencias (PGU) de CASMU atiende a los pacientes que cursan COVID-19, realizando el seguimiento telefónico de parte de un equipo de médicos que evalúan el cuadro y sus necesidades médicas.

Allí, los pacientes ingresan desde el laboratorio a través del resultado positivo del hisopado realizado, la línea telefónica COVID 1441 o urgencias 1727. Luego se agrega la información de cada uno con sus datos completos, la fecha en la que se realizó el test, un teléfono de contacto, y se accede a la historia clínica digital.

“Nos contactamos, le informamos el resultado del test, y le hacemos consultas sobre su historia clínica. En función de los antecedentes en cuanto a sus patologías, se evalúa el riesgo. También se tiene en cuenta si es personal de salud, si trabaja en residenciales de ancianos u otros lugares de riesgo, y se estipula el tiempo de cuarentena, según si es sintomático o asintomático”, explicó la directora del servicio, la doctora Alejandra Paolino.

Luego de ese primer contacto telefónico se establece un plan de seguimiento. En el caso de pacientes con comorbilidades, embarazadas o quienes pertenecen a un grupo de riesgo por sus funciones, se identifican de forma diferenciada en el sistema de registro y se realizan consultas frecuentes. 

De todas formas, los asintomáticos y sanos reciben conexión con una “línea de rescate”. “Si tiene 20 años pero hace fiebre, se comunica con nosotros y le podemos enviar un médico de la Emergencia 1727 y en función de la valoración quedará en domicilio o podrá ser trasladado a la puerta de emergencia”, resumió Paolino.

La jefa del servicioexplicó que en los dos primeros meses del año, cuando se produjo un aumento en la cantidad de casos, el PGU realizó el seguimiento a 35.000 pacientes respiratorios, con picos de entre 500 y 1.000 ingresos diarios, 10.000 más que en 2021. En total, desde el 1° de enero a la fecha, ingresaron al PGU 23.500 pacientes con el virus confirmado y 17.000 sospechosos.

Esta situación ha implicado un enorme esfuerzo del equipo y de la institución, donde la sobrecarga y el agotamiento fueron contrarrestadas por las estrategias puestas en marcha con trabajo, ingenio, compromiso y dedicación.

Paolino destacó que CASMU estaba “muy bien preparado y eso permitió dar una buena respuesta, porque todo funcionaba de forma sincronizada”. Aunque las cifras superaron los récords de atención, en la institución “sabemos cómo ofrecer una atención de calidad y tenemos métodos de registro que seguimos día a día”. 

La institución ha sabido reinventarse y en ese proceso de seguimiento estrecho lograron entender al paciente. 

Es a través de esta transición de la epidemia que surge el proyecto de seguimiento de pacientes al alta de otros niveles asistenciales, como son la internación sanatorial y el servicio de emergencia.

CASMU cuenta con el Servicio de Asistencia Médica al Alta Sanatorial (SAMAS) y el Servicio de Asistencia Médica al Alta de Emergencia (SAMAE), los cuales apuntan a mantener la atención de los pacientes más vulnerables por su condición de enfermedad al alta del tercer nivel asistencial.

El proceso de ingreso varía según el servicio desde el que es transferido. En SAMAS el médico tratante deriva aquellos pacientes que a su entender presentan un mayor riesgo sanitario por su condición de vulnerabilidad. 

Por otra parte, en SAMAE el equipo médico ingresa a la Historia Clínica Electrónica y selecciona a los pacientes de riesgo. Se consideran vulnerables los pacientes añosos, en soledad, con diagnóstico de enfermedades terminales o con hallazgo reciente de enfermedades graves, entre otros.

“A veces solo alcanza con escuchar, pero otras veces es necesario enviar la valoración médica a través de Emergencias 1727, coordinar especialista o médico de cabecera, realizar prescripciones médicas y enseñar a cumplirlas. Intentamos permanentemente que la falta de presencialidad no vaya nunca en detrimento del compromiso humanitario que significa ser médicos”, señaló Paolino.

Estos servicios,creados especialmente para la pandemia,constituyen un aporte diferencial de CASMU al sistema sanitario, intentando estar cada día más cerca del afiliado.

Atención pos COVID-19

Un fenómeno nuevo que surgió con esta enfermedad es el del Long COVID o COVID prolongado, quese presenta en entre el 10% y el 20% de quienes tuvieron el virus y se define como la persistencia de síntomas más allá de las cuatro semanas, siempre que no sean explicables por otra causa.

Los pacientes que tuvieron coronavirus quieren reinsertarse rápidamente a su vida laboral y en general lo pueden hacer, a excepción de aquellas “secuelas invalidantes” en las que se deriva a la Unidad Pos Covid, un servicio diferencial que ofrece CASMU a sus usuarios y al público en general, pensando en una forma integral de valorar la salud de quienes cursaron el virus. 

Con un equipo multidisciplinario integrado por profesionales de Medicina Interna, Fisiatría y Nutrición, se abordan los aspectos más relevantes de la recuperación, acompañando al usuario en este proceso.

Las personas que tienen síntomas poscovid y llegan a la consulta son evaluadas en el aspecto médico, cubriendo el área psicológica, una parte cognitiva y las repercusiones físicas concretas. 

Se realiza una apreciación nutricional y después una evaluación desde el punto de vista fisiátrico, atendiendo a los problemas de esta índole que se presentan, como la fatiga o las limitaciones motoras por debilidad muscular o dolores. Las tareas que se realizan en esa unidad se dirigen al alivio de los síntomas y orientación para la mejora de los estilos de vida.

Paolino explicó que hay pacientes que se contagiaron del virus en febrero y recién en abril recibieron el alta médica porque presentaban secuelas y debían tener consultas telefónicas semanales de seguimiento. 

Los síntomas debilitantes incluyen fatiga extrema, dificultad para respirar, insomnio, palpitaciones cardíacas y temperatura alta prolongada. 

La doctora indicó que esto depende de la edad del paciente y de sus antecedentes patológicos. “En general los pacientes jóvenes sin antecedentes no quedan con secuelas”, ejemplificó.

Por otra parte, la pérdida de olfato y gusto, señalados como síntomas de COVID-19, en ocasiones se prolongan más allá del alta. A partir de esta inquietud y en base al reporte de estos efectos tanto en Uruguay como a nivel mundial, las otorrinolaringólogas Rosario Eugui y Carina Almirón realizaron una investigación sobre el tema en base a una muestra representativa con 581 casos. 

Luego diseñaron un kit de rehabilitación, avalado por el Comité de Ética de CASMU, basado en productos que ya se comercializan en otras partes del mundo, pero bajo otra presentación, con una combinación de aromas fácilmente reconocibles.
 

Además, los directivos de la mutualista decidieron abrir una policlínica especializada en olfato, pensada para esta población y para quienes sufren esta problemática como consecuencia de otras patologías.

Tanto socios como no socios de la institución que deseen obtener más información sobre la Unidad Pos Covid pueden comunicarse al teléfono fijo 2487 3710 o por celular y WhatsApp al 092 135 254 / 094 672 648. También es posible enviar un mail a caventadeservicios@casmu.com o acceder a la web de la institución www.casmu.com.uy

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