Claudia Ocaño y su incansable lucha por los derechos de los animales

En una conversación reveladora con Claudia Ocaño, líder de la organización Unidos por los animales, tuvimos la oportunidad de explorar el compromiso y la pasión que la han llevado a dedicar más de dos décadas a la defensa y el rescate de animales en situación de vulnerabilidad.

Claudia, licenciada en Administración de Empresas con un posgrado en Marketing, complementa su labor con terapias alternativas como la homeopatía, el Reiki, y las flores de Bach, aplicándolas en su trabajo con animales.

Claudia comenzó su camino en el rescate de animales desde muy joven, llevando animales necesitados a su casa para cuidarlos, con la ayuda de sus padres. Criada en un hogar cristiano, se le inculcó desde temprana edad un fuerte sentido de la obra social, lo que más tarde la llevó a participar en fundaciones como TECHO y a ser voluntaria en el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). Sin embargo, el impacto emocional de trabajar con niños en situaciones extremas la llevó a un punto de quiebre, y decidió enfocar su energía en el rescate de animales.

«El maltrato animal es una realidad desgarradora, desde abusos físicos y sexuales hasta la explotación en laboratorios. En Uruguay, lamentablemente, carecemos de leyes que realmente protejan a los animales. Es frustrante y doloroso ver cómo no hay nada que los contenga, es como luchar contra una pared», expresa con tristeza Claudia.

La decisión de Claudia de cambiar su enfoque hacia los animales no fue fácil. Explica que, aunque no podía «robar» a un niño para protegerlo, sí podía intervenir directamente para rescatar a un perro. Un ejemplo de esto es la historia de Bruno, un Pitbull de pelea que Claudia rescató tras enterarse de que su dueño lo maltrataba brutalmente. «Bruno llegó a mi casa lleno de miedo. Le costó tiempo entender que la comida no era un castigo. Poco a poco, a través de tratamientos con flores de Bach y Reiki, comenzó a sentirse más seguro y tranquilo», recuerda.

Claudia destaca la falta de educación y concienciación en el país, especialmente en las zonas rurales, donde prevalece la idea de que un animal es simplemente una propiedad que se ata afuera y se alimenta ocasionalmente. «Se ha perdido la educación básica sobre el cuidado de los animales, incluso entre los maestros. Mucha gente no sabe que un perro debe comer dos veces al día, ni que puede alimentarse de manera balanceada con verduras», explica.

Unidos por los animales: Más que un refugio

Desde hace siete años, Claudia se ha establecido en el departamento de Soriano, pero su trabajo no se limita a esta región. «Nosotros rescatamos perros en todo el país, colaborando con veterinarias y empresas que apoyan nuestra causa. Hemos rescatado animales en Montevideo, Paysandú, Artigas, entre otros lugares», comenta. A pesar de la falta de un lugar físico fijo, su organización es una red de apoyo que abarca todo el territorio nacional.

El proceso de rescate en Unidos por los animales es riguroso. Se realizan un chequeo veterinario completo a los animales donde se identifica en qué condiciones se encuentra, si hay que realizar tratamientos, etc. Posterior a ello, se pasa al proceso de adopción cuidadoso que incluye la evaluación del hogar donde vivirá el animal. «Este sistema nos ha permitido ser uno de los refugios con menos devoluciones de animales adoptados, lo que es un gran logro para nosotros», afirma.

Claudia reconoce que el inicio de su labor fue desesperante y doloroso. «Al principio, quieres salvar a todos los animales que encuentras, pero te das cuenta de que es imposible. Muchas rescatistas terminan acumulando decenas de perros en sus casas porque temen que, si los dan en adopción, puedan ser maltratados nuevamente. Eso puede llevar a una depresión profunda», advierte.

Sin embargo, Claudia ha encontrado un equilibrio en su vida personal gracias al apoyo de su familia. «Mis hijos y mi esposo me rescataron a mí. Más allá de su amor por los animales, ellos me han dado el soporte emocional que necesitaba para continuar con esta labor tan demandante», comparte.

A pesar de los obstáculos, Claudia continúa luchando por los derechos de los animales en Uruguay. Actualmente, está iniciando clases en escuelas para educar a los niños sobre la importancia del cuidado y la convivencia responsable con los animales. Además, trabaja en colaboración con la empresa Lazo, organizando eventos para captar fondos y apoyar sus actividades de rescate. 

El próximo 30 de septiembre, junto a Lazo, se encontrarán en el evento realizado en Canal 4 “Doná Fácil”, donde se buscarán nuevas colaboraciones para la fundación.

Consultada sobre el apoyo del Estado, nos comenta que es prácticamente inexistente, pero Claudia no se rinde. «He presentado proyectos para realizar castraciones masivas y erradicar el abandono de animales en las calles, pero no he contado con el apoyo necesario. Sin embargo, lo importante es lograr que haya un animal menos en la calle, un sufrimiento menos, sin importar quién lo haga», concluye con determinación.

Unidos por los animales es más que una organización; es el reflejo del amor incondicional y la dedicación de una mujer que ha hecho de la protección animal su misión de vida.

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