Otro eje del Quinto Encuentro Nacional de Cooperativas fue Identidad Cooperativa y Negociación Colectiva. Para este taller se contó con un documento base elaborado por Pablo Guerra, docente e investigador de la Universidad de la República (Udelar), con quien dialogó Diario La R.
¿De qué constó el documento base para el eje “Identidad Cooperativa y Negociación Colectiva” del Quinto Encuentro Nacional de Cooperativas?
Básicamente, hay dos grandes dimensiones que tiene su análisis para el sector cooperativo. Digamos que la palabra clave es la negociación colectivaanalizada desde la identidad del sector cooperativo.
La primera dimensión tiene que ver con la importancia mayúscula, protagónica y fundamental que tiene la negociación colectiva en cualquier emprendimiento de carácterasociativo como es el caso de las cooperativas. A diferencia de otros emprendimientos, como pueden ser emprendimientos individuales con una estructura jerárquica muy específica como aquellas empresas basadas en la centralidad del capital, en las cooperativas lo fundamental es la asociatividad y la gestión democrática. Por lo tanto, la negociación, el diálogo y el intercambio no es un tema menor, sino central.
La segunda tiene que ver con pensar a las cooperativas insertas en un sistema de relaciones laborales, donde esa negociación ya no se da entre la masa de socios, sino entre los socios que asumen la gestión de la cooperativa y los trabajadores que realizan las tareas funcionales. Eso es pensar la negociación en clave de relaciones laborales. Por lo tanto, implica pensar y repensar cuál es la participación del sector cooperativo en el complejo entramado de los sistemas de negociación colectiva en Uruguay con la particularidad de que los sistemas de negociación colectiva en Uruguay -pensemos en los Consejos de Salarios-no fueron pensados para dar cuenta de la relación entre cooperativas y los distintos actores que participan en el proceso, sino fundamentalmente para dar cuenta del binomio capital-trabajo que no es característico de las cooperativas.
¿Cuáles son las claves de la Identidad cooperativa?
Estas claves tienen que ver con la diferenciación entre una empresa cooperativa y una tradicional o hegemónica en nuestros mercados. Éstas últimas se caracterizan por ser empresas basadas en el capital, que es el que contrata trabajo. Por lo tanto, para dar cuenta de las diferencias de necesidades, motivaciones y racionalidades entre los actores representativos de las demandas laborales, que son los sindicatos, y la motivación de lucro que persigue la empresa capitalista se teje todo este entramado de relaciones laborales.
En contraste con este modelo hegemónico, las cooperativas se caracterizan por la asociatividad. Ahí la idea central es que no son los capitales los que conforman una empresa, sino las personas que se unen para cooperar y a través de la cooperación satisfacer sus necesidades. Nótese, desde este punto de vista, que la motivación de una cooperativa no es obtener una ganancia para llevarse al bolsillo, sino el recurrir a principios y valores para satisfacer necesidades. Entre los primeros hay uno que es fundamental y constitutivo de la identidad cooperativa que es la gestión democrática. Eso el segundo paso, no solamente se trata de reunir personas, sino de que esas personas gestionen de manera democrática el emprendimiento.
A diferencia de una sociedad anónima,en donde en una asamblea cada titular de acciones busca en relación al poder económico que tenga, en una asamblea cooperativa se juntan todos los socios y cada uno de ellos vale lo mismo; detrás de una persona hay un socio que asume sus responsabilidades en igualdad de condiciones con el resto de los socios.
¿Por dónde pasa la negociación colectiva en el cooperativismo?
En primer lugar pasa por la negociación interna que se debe tejer entre todos los socios. Eso implica una serie de entramados, negociación, diálogo, para llegar a buen puerto; para tomar decisiones entre todos y para resolver los problemas prácticos y de convivencia que existen en las cooperativas. Esa es la primera dimensión a la que hacía referencia.
Luego está todo ese conjunto de prácticas más vinculadas a las relaciones laborales donde las cooperativas contratan trabajadores en relación de dependencia. Estos trabajadores asumen todos los derechos individuales y colectivos que existen para el conjunto de los trabajadores.Por lo tanto, también hay un sistema de negociación colectiva bipartito entre representantes de las cooperativas y representantes de los trabajadores que existen en muchas cooperativas.
Por su parte, existe un tercer nivel que es la negociación tripartita que es la que apunta directamente a cómo participan las cooperativas en los diferentes grupos y subgrupos de los Consejos de Salarios.
¿El anuncio realizado por el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, el Día Internacional de las Cooperativas de incorporar una visión cooperativa en la negociación colectiva da esperanzas para un mejor desarrollo?
Genera mucha expectativa porque solamente fue un titular. Habrá que ver en qué piensa el Poder Ejecutivo y el sistema político, si es posible en definitiva avanzar hacia un espacio o un sistema de carácter cuadripartito que reconozca la participación insustituible del Estado, las Cámaras Empresariales y los sindicatos, pero también de las cooperativasque forman parte de ese tercer sector de la economía que es la economía social y solidaria (ESS).
Creo que la propia maduración de estas ideas de reconocer la existencia de un tercer sector de la economía con identidad específica sienta las bases para reconocer una presencia autónoma del sector y del cooperativismo en aquellos esquemas de gobernanza pensados bajo la lógica tripartita.
El anuncio genera esperanza en el sentido de que se puede avanzar hacia una suerte de cuatripartismo que reconozca no solo la necesidad de que el cooperativismo esté sentado en determinados sillones de decisión, como puede ser el Consejo Superior de Salarios, sino en ir más allá y reconocer que hay un sector específico de nuestra economía que no es privado capitalista ni es público estatal, sino que es asociativo y democrático, que es el sector de la ESS, donde el cooperativismo tiene una importancia mayúscula, y a partir de ahí pensar los sistemas de cogestión de las políticas públicas.
La clave:
“Pensar el sistema de relaciones laborales desde esta identidad supone reconocer que los instrumentos del derecho colectivo no fueron pensados para dar cuenta de ese fenómeno cooperativo, sino para tratar de solucionar las diferencias entre representantes de capitales y trabajo, algo que es ajeno al sistema cooperativo”
Pablo Guerra – Docente e investigador de la Universidad de la República (Udelar)
