El departamento de Colonia, ubicado al suroeste del país, es un sitio lleno de paseos turísticos, donde los viajeros pueden disfrutar y además vivir una experiencia que se enriquece por la historia que guarda sus rincones.
Al entrar a la localidad te encontrarás con la Ruta 2, que nace en la ciudad de Rosario y la une con los Departamentos de Soriano y Río Negro, pero su particularidad es que forma parte de las Rutas UNESCO Uruguay, que son los tesoros uruguayos reconocidos por el mundo.
Pero esto recién comienza, porque a 48 kilómetros de allí se encuentra la capital, Colonia del Sacramento, una ciudad que guarda muchos recuerdos y riquezas históricas. Comenzando con sus calles de adoquines rodeadas de edificios que datan de la época en que era un asentamiento portugués, que te traslada precisamente a un período colonial.
Casco Histórico o Barrio Histórico de Colonia
Esta capital en la actualidad tiene una población de un poco más de 26 mil personas y sobre su histórico suelo se encuentran lugares fantásticos para conocer. La primera parada obligada es el vecindario llamado, Casco Histórico o Barrio Histórico de Colonia. Fundado por los portugueses en 1680, a orillas del Río de la Plata, tuvo una función estratégica en la lucha de éstos con los españoles; disputada por ambos durante más de un siglo, la ciudad cayó por fin en manos de los españoles.
Su paisaje urbano bien conservado, solemne e íntimo a la vez, constituye un ejemplo de fusión lograda entre el estilo arquitectónico portugués, el español y el postcolonial. Resaltar que el lugar es declarado también como Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 1995. En total, comprende 12 hectáreas del extremo occidental de la ciudad y es sin lugar a dudas el principal atractivo turístico por todo lo que se esconde en ese mágico lugar.
Dentro del vecindario podrás encontrar el famoso Faro de Colonia del Sacramento; ubicado sobre la costa y data de mediados del siglo XIX cuando fue construido. Este faro está sobre una de las antiguas torres del convento de San Francisco; por tal razón parte de su estructura es de base cuadrada y no circular, en su cima se encuentra la característica torre cilíndrica de los faros, diseñada con franjas radiales rojas y blancas. Tiene una vista con dirección a la vecina Buenos Aires, con una altura de 26 metros, la cual le brinda la capacidad de brindar un alcance luminoso de 7,8 millas náuticas.
A pocas cuadras, se encuentra el Bastión de San Miguel, un fuerte marítimo histórico de gran tamaño en un entorno costero con cañones y vistas panorámicas y murallas con cañones, rodeado de bares muy pintorescos que podés conocer tanto de día como de noche. Este lugar ofrece una vista panorámica inmejorable de la Puerta de la Ciudadela y de la Costa.
Continuando con el recorrido encontrarás el Museo del Origami, abierto de martes a domingos, sobre la calle Ituzaingó 131, al límite donde termina el Barrio Histórico. El museo está dedicado a difundir el antiguo arte del plegado del papel, por lo que es un lugar curioso; cuenta con una sala permanente dedicada a la historia del plegado del papel. En las otras se exhiben objetos contemporáneos y aplicaciones del plegado en la ciencia y el diseño industrial y textil.
Cerca de la zona también podrás encontrar la Plaza Mayor, justo en el corazón del barrio. Ubicada en el cruce del estilo portugués proteccionista de los ataques, en su momento era utilizada en épocas coloniales como punto de encuentro de los locales para realizar transacciones, y sólo a 500 metros está Plaza de Armas, llamada así debido a la artillería que allí se mostraba. Además, allí se encuentra la iglesia matriz o la basílica del Santísimo Sacramento, otro punto importante para conocer.
“Calle de los Suspiros”
Si ya te encuentras por la zona, no puedes dejar de recorrer la famosa “Calle de los Suspiros”, que nace en la Plaza Mayor y sigue en pendiente hasta el Río de la Plata. Con piso de piedras, rodeada de casas construidas hace más de 250 años y que aún se encuentran en perfecto estado. Una de esas casas es actualmente una galería de arte abierta al público todo el día y en la que se pueden apreciar las técnicas de construcción de la época.
El nombre original de la calle es “Ansina”, pero se le conoce como Calle de los Suspiros. Pero existen por lo menos dos leyendas sobre este nombre y las podrás conocer muy bien cuando la visites. La primera leyenda habla de que en esta calle se encontraban varios prostíbulos a los que acudían los marineros que llegaban al puerto de Colonia, cuando estos veían a las mujeres pasar suspiraban y la segunda versión es más trágica, ya que indica que por esta calle eran trasladados los esclavos y prisioneros condenados a muerte, quienes suspiraban por el desenlace fatal que les esperaba. Lo que sí es real, es que es un lugar de antaño y que es una parada infaltable en cualquier plan de las personas que visitan el lugar.
Finalmente, antes de salir de este lugar que representa un patrimonio de la humanidad, debes pasar por el Museo Municipal de Colonia, una estructura construida en la época con exhibiciones sobre la comunidad, de los tiempos prehistóricos a los modernos. Antes de continuar con otros recorridos, es importante destacar que en los alrededores hay múltiples hoteles, posadas y restaurantes, por lo que el lugar es ideal para pernoctar.
Plaza de Toros
Alejándose del lugar, por la Rambla Cristóbal Colón y Rambla de las Américas, vas a llegar a la Plaza de Toros Real de San Carlos, un imponente recinto que funciona como un centro de espectáculos culturales y deportivos. Cabe destacar que es la única plaza taurina existente en Uruguay. Este “coliseo” está sobre la avenida Mihanovich y su construcción data del año 1910.
Colonia del Sacramento es un sitio maravilloso que guarda muchos recuerdos y que debes visitar, ya sea si eres uruguayo o vienes de paso por el país. Además, recordemos que queda a 2 horas de Montevideo (en auto) y es una ciudad que se puede recorrer en poco tiempo. Importante recordar que es la principal salida o entrada del país para los que viajan desde o hacia Argentina.
