Hamas ha confirmado la muerte de su líder, Ismail Haniyeh, quien fue asesinado en Teherán. El ataque, según el movimiento palestino y la Guardia Revolucionaria de Irán, se llevó a cabo en la residencia de Haniyeh. Y se le atribuye a Israel. Haniyeh estaba en la capital iraní para participar en la investidura del nuevo presidente iraní en el momento del ataque.
La Guardia Revolucionaria informó que el ataque resultó en la muerte de Haniyeh y de uno de sus guardaespaldas.
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Aunque el origen del ataque aún está bajo investigación, se ha mencionado que podría haber sido realizado mediante un proyectil aéreo, según la agencia de noticias Fars.
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Por su parte, el ejército israelí no ha hecho comentarios oficiales sobre la muerte del líder de Hamas.
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Esta noticia llega en medio del conflicto continuo entre Hamas e Israel, que ha escalado desde octubre con intensos enfrentamientos en la Franja de Gaza, que Hamas controla desde 2007.
Una lacra menos .
Ahora sigue Maduro.
Reitero, ya lo hice hace unos días, no confundir al Sr Baltasar (con mayúscula) que opina un par de renglones arriba con baltasar (con ltera minúscula) quien suscribe. Y sobre todo no confundir porque evidentemente pensamos distinto. Ismail Haniyeh no era un santo, eso es evidente. Tenía sin duda, muertos en su haber. Pero en todo caso, muchos menos que Benjamín Netanyahu, que tiene como al voleo 39.000 civiles (deben ser muchos más, porque los niños de los sanatorios y hospitales generalmente no se cuentan), denominados con eufemismo como «daños laterales». Que para matar a Ismail Haniyeh mataron de apso varios cientos de civiles, entre ellos mujeres, niños, ancianos y ciudadanos desarmados es simplemente un detalle. Si estalla un bomba en Tel Aviv, Nueva York, Londre o París, los muertos son víctimas inocentes. Y es cierto. Si un misil mata cientos de personas en Líbano o Gaza, los muertos son, como de ha expresado «daños colaterales». Como se ve, ni la muerte iguala a judíos y palestinos. Hay muertos de primera y muertos de segunda.
un zurdo menos.