Crecer, pero a qué costo

La ansiedad y la depresión son dos de los trastornos más comunes, afectando a más de 301 millones y 280 millones de personas.

Cada paso evolutivo que logramos como especie humana, acelera los tiempos de nuestro cerebro. La competitividad laboral, la infoxicación, las crisis y el deseo perenne de ser mejor y vivir bien, han generado las condiciones para el estrés, la ansiedad y otros trastornos mentales.

Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que una de cada ocho personas en el mundo sufre algún tipo de trastorno mental. Esta cifra refleja la magnitud de los desafíos que enfrenta la salud a nivel global. Los trastornos psicóticos, el trastorno bipolar, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y los trastornos alimentarios también afectan a millones de personas en diferentes grados y con distintas manifestaciones.

“Los trastornos de salud mental aumentan el riesgo de otras enfermedades y contribuyen a lesiones no intencionales e intencionales. La depresión continúa ocupando la principal posición entre los trastornos mentales, y es dos veces más frecuente en mujeres que hombres.” OMS

A pesar de los avances en la concienciación, persisten estigmas que dificultan la búsqueda de ayuda. Muchas personas continúan pensando que acudir a especialistas en el tema es un síntoma de debilidad, resultando en barreras importantes que pueden retrasar el proceso a la mejoría.  Continuamente, se tiende a estereotipar a quienes enfrentan trastornos mentales como débiles o incapaces, perpetuando ideas falsas que obstaculizan el apoyo necesario.

Existen evidencias que demuestran que la salud mental y física están interconectadas. Las personas con trastornos mentales son más propensas a experimentar problemas físicos como enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. Además, el estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico, lo que aumenta la vulnerabilidad a diversas enfermedades.

El bienestar cognitivo afecta cómo pensamos, sentimos y actuamos. Un estado mental saludable permite a las personas manejar el estrés, relacionarse con los demás y tomar decisiones informadas. Por el contrario, problemas de salud mental pueden llevar a dificultades en estas áreas, afectando negativamente la calidad de vida. El bienestar mental está directamente relacionado con el rendimiento laboral y académico. Las personas que se sienten bien emocionalmente son más productivas, creativas y motivadas. Invertir en la salud mental puede resultar en un aumento significativo en la eficiencia y efectividad en diversos ámbitos.

¿Cómo manejar el estrés?

Respira: Dedica unos minutos al día a realizar ejercicios de respiración profunda. Inhala lentamente por la nariz, mantén el aire unos segundos y exhala por la boca. Esto puede ayudar a calmar tu mente y reducir la tensión.

Ejercítate regularmente: La actividad física libera endorfinas, que son hormonas que mejoran el estado de ánimo. Encuentra una actividad que disfrutes, ya sea caminar, correr, practicar yoga o bailar.

Organízate: Tener una rutina diaria puede proporcionar estructura y previsibilidad, lo que ayuda a reducir la ansiedad. Intenta organizar tu día con horarios para trabajar, descansar y hacer actividades recreativas.

Dedícate tiempo: Realizar actividades que te gusten puede ser una excelente manera de desconectar y relajarte. Ya sea leer, pintar, cocinar o cualquier otra cosa que disfrutes, asegúrate de reservar tiempo para ello.

Medita: La meditación puede ayudarte a centrarte en el presente y reducir los pensamientos negativos. Existen muchas aplicaciones y recursos en línea que pueden guiarte en este proceso.

Aliméntate bien: Una dieta equilibrada puede influir en tu estado de ánimo y niveles de energía. Asegúrate de incluir frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros en tu alimentación.

Disfruta y aprovecha el sueño: El sueño es crucial para manejar el estrés. Intenta establecer un horario regular de sueño y crea un ambiente propicio para descansar adecuadamente.

Conéctate con otros: Hablar con amigos o familiares sobre tus preocupaciones puede ser muy liberador. No dudes en buscar apoyo social cuando lo necesites.

Establece límites: Aprende a decir «no» cuando sientas que tienes demasiadas responsabilidades o compromisos. Establecer límites saludables es esencial para evitar el agotamiento.

En la búsqueda constante por ser mejor cada día, sacrificamos el disfrute de la trayectoria, y en esa avanzada, nos desgastamos a tal punto, que no gozamos la meta. Hagamos costumbre dedicarnos instantes al día, cuidar de nuestra mente, es asegurar el bienestar por mucho tiempo.

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