Hace 49 años tuvo lugar el asesinato conocido como de las “Muchachas de Abril”, episodio en donde fueron asesinadas tres jóvenes en el marco de una operativo represivo que buscaba detener al militante Washington Barrios. Este jueves la Justicia llevó a cabo la reconstrucción del crimen. La solicitud de esta instancia provino de la defensa de Juan Rebollo, el único sobreviviente de los militares condenados por el homicidio.
La medida tiene por objeto que las autoridades judiciales, defensa y fiscalía puedan circular por donde sucedieron los hechos. Esta es la primera vez que la Justicia ingresa al apartamento ubicado en la calle Mariano Soler 3098 donde las jóvenes Laura Raggio, Silvia Reyes y Diana Maidanik fueron víctimas de un operativo de las Fuerzas Conjuntas que tuvo lugar el 21 de abril de 1974. A pesar de que el caso ya fue cerrado con la condena de los implicados y el reconocimiento del Estado sobre el crimen, la defensa de los militares involucrados, incluyendo a Rebollo, José Gavazzo y Eduardo Kastornick (estos dos últimos ya fallecidos), insiste en que las tres muertes ocurrieron en medio de un enfrentamiento. Sin embargo, la Justicia determinó que las víctimas fueron “acribilladas a balazos y a sangre fría” dentro de una de las habitaciones, según establece el informe médico forense.
“En relación a Rebollo su participación fue muy corta porque sostuvo que no era el lugar correcto y que los hechos no habían sucedido de esa manera”, comentó a Diario La R el abogado de Derechos Humanos Martín Fernández quien agregó que “toda la evidencia que está incorporada al expediente que se viene tramitando desde 1985, demuestra que fue en ese lugar donde sucedió el crímen”.
A fines de abril pasado, el Tribunal de Apelaciones en lo penal de 2° turno confirmó el procesamiento con prisión del militar retirado por ser el responsable del operativo en el que se acribilló a las jóvenes. Sin embargo, para Fernández de todos modos “fue importante” el hecho de que Rebollo admitiera las características del operativo: “Él declaró claramente que golpearon la puerta y avisaron que eran de las Fuerzas Conjuntas” según dijo en un pasaje de la reconstrucción.
El abogado destacó también en diálogo con La R que Jacqueline Barrios (hermana de Washington) y otra testigo fueron “muy contundentes” en confirmar lo que surge del expediente”. El lugar de los hechos y el propósito del operativo. Para Fernández la reconstrucción realizada determina también que se trató de “una balacera impresionante en donde terminaron acribilladas las muchachas”. La jueza Isaura Tórtora estuvo a cargo de la reconstrucción, buscando esclarecer cómo sucedieron los hechos dentro de la vivienda. Mientras tanto la defensa continuó afirmando que hubo un enfrentamiento y que los funcionarios fueron atacados a pesar de que la justicia ya falló al respecto.
La investigación judicial
De acuerdo con la investigación judicial, en la madrugada de 1974, Rebollo y Gavazzo acudieron a la vivienda en busca de Washington Barrios, miembro del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN). Al no encontrarlo, se dirigieron al patio trasero, donde según la defensa de los condenados, se desató un tiroteo lo cual no ha sido demostrado mientras que sí se ha constatado que más de 100 disparos fueron efectuados sobre la vivienda. Para el titular de la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe la reconstrucción fue de todos modos “muy positiva para las víctimas y la posición de la fiscalía, con respecto al triple homicidio”.
El 15 de junio pasado, durante un acto en el Palacio Legislativo, el Estado uruguayo reconoció su responsabilidad en el homicidio de las “Muchachas de Abril”, así como en las desapariciones forzadas de Eduardo González y Oscar Tassino. En esta instancia no participó el presidente de la República Luis Lacalle Pou y el hecho fue muy criticado dado que la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) establecía que este reconocimiento debía hacerse en presencia de las “máximas autoridades”.