El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fue destituido este sábado por el Parlamento. Tras un fallido intento de instaurar la ley marcial el 3 de diciembre, un movimiento que desencadenó una grave crisis política en el país. La decisión abre una nueva etapa de incertidumbre en la nación. Marcada por manifestaciones masivas y una creciente polarización política.
El intento de Yoon de implementar la ley marcial, en medio de una creciente presión social y política. Fue percibido por muchos como un acto de autoritarismo que ponía en peligro las bases democráticas del país. La moción de destitución, respaldada por 204 de los 300 diputados de la Asamblea Nacional, fue aprobada por una mayoría de dos tercios. Dejando en evidencia una fractura significativa en el apoyo a su gobierno. Solo 85 legisladores votaron en contra de la destitución, y el resto se dividió entre abstenciones y votos nulos.
El presidente destituido, en un discurso televisado, expresó su frustración. Y llamó a poner fin a la política de los «excesos y la confrontación». «Me siento profundamente frustrado, pero ahora debo dar un paso al costado por un tiempo», afirmó Yoon, visiblemente afectado por el revés político.
La moción de censura contra Yoon fue presentada tras su intento de instaurar la ley marcial, un movimiento que inicialmente había sido rechazado por el Parlamento en una moción el 7 de diciembre. La nueva moción de destitución tuvo éxito gracias a un inesperado giro en el apoyo dentro de su propio partido, el conservador Partido del Poder Popular (PPP), que tradicionalmente ha respaldado al presidente.
Aunque el PPP celebró durante horas una reunión a puerta cerrada para definir su postura oficial, finalmente decidió no apoyar a Yoon. Se estima que al menos 12 diputados del partido gobernante votaron a favor de la destitución, lo que fue clave para alcanzar los 204 votos necesarios. Las intensas discusiones internas y las presiones externas jugaron un papel crucial en la caída del mandatario.
La incertidumbre política: ¿Qué sigue para Yoon?
Ahora, Yoon Suk Yeol queda suspendido de su cargo a la espera de que la Corte Constitucional se pronuncie sobre su destitución. La Corte tiene un plazo de hasta 180 días para emitir su fallo, lo que deja abierta la posibilidad de una reconfiguración política en el país.
Mientras tanto, la situación en Corea del Sur sigue siendo altamente incierta. La destitución de Yoon representa un precedente histórico en un país que ha experimentado un crecimiento económico y democrático notable en las últimas décadas. Las manifestaciones masivas y la división política reflejan la tensión que se vive en el país, mientras el gobierno interino y la oposición se preparan para el futuro inmediato.
