Según Caggiani, el proceso se caracterizó por ser «extenso» y por la disminución de la movilización ciudadana habitual en otros comicios.
En su análisis, el legislador destacó que se desarrollaron «dos campañas bien nítidas», claramente diferenciadas: por un lado, el apoyo al oficialismo, que calificó como una estrategia basada en «el miedo» y en fomentar «el instinto conservador de la ciudadanía», con el objetivo de consolidar los votos de la coalición gobernante en contra del Frente Amplio, más que en torno a un proyecto político propio.
Por otro lado, describió la campaña de la oposición como centrada en las propuestas, con énfasis en la cercanía con la gente. «Fue de mucha recorrida, de mucha llegada a los uruguayos y uruguayas de los más recónditos lugares del país», afirmó, resaltando que el enfoque estuvo en buscar soluciones concretas a los problemas de la ciudadanía, abarcando desde emergencias hasta temas de mediano y largo plazo.
Caggiani también elogió el liderazgo de Carolina Cosse y Yamandú Orsi en esta etapa, y destacó que el proceso electoral «termina de condensarse» con una ciudadanía que evalúa opciones para abordar los «problemas del país», dando paso a una elección que definirá el rumbo político a futuro.
