Sobre estos temas conversamos con el presidente de Cambadu, Daniel Fernández, presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu) quien denuncia la delicada situación que atraviesa hoy el sector: “durante la pandemia tuvimos un crecimiento muy importante en todo el sector de cercanía pero al sector gastronómico le ha costado despegar” dijo Fernández a Diario La R.
Fernández explicó que en los últimos años se ha procesado un cambio cultural en las pautas de consumo para el sector gastronómico: “ha sucedido un cambio de hábitos porque la gente prefiere quedarse en casa y pedir por teléfono. Han surgido muchísimos mini-comercios que atienden solamente en la noche para ese tipo de sector del público que depende tanto de empresas de transporte motorizado” comentó.
Fernández cuenta que el sector gastronómico había dado algunas señales de recuperación al final de la emergencia sanitaria pero este crecimiento rápidamente se desaceleró. “De haber tenido un gran despegue durante 2020 y 2021 ya a fines del 2021 comenzamos a agarrar la bajada y estamos en esa situación. Hoy estamos en niveles de 2019 que es cuando ya había comenzado la bajada” aseguró Fernández.
Venta fraccionada de alimentos
Durante el mes de abril la Intendencia de Montevideo (IM) habilitó la venta fraccionada de alimentos. La resolución, que tendría una vigencia de 180 días, estaba restringida a pequeñas superficies: «de esta forma se da respuesta a la necesidad de los consumidores de adquirir cantidades menores de alimentos» comunicó en el momento la comuna capitalina a través de su sitio web.
Para Daniel Fernández la medida “vino a blanquear una situación que era de uso y costumbre en los barrios más periféricos”.
En noviembre se cumplen los 180 días de vigencia de la habilitación de la venta fraccionada y desde Cambadu se busca su renovación por un nuevo período de 6 meses: “ahora estamos terminando el 30 de noviembre con esa permisividad y quedamos nuevamente de reunirnos para tratar el tema de prolongarlo un período más” Dijo Fernández al tiempo que agregó que: “la medida ayudó mucho a la gente que a veces con poquito dinero tiene que pagar el almuerzo, la merienda o la merienda y la cena y comprar paquetes cerrados se le encarece mucho”.
Sobre la fecha del nuevo encuentro con la IM, Fernández confirmó que será “en estos días», y agregó: “tenemos el mejor diálogo con la Intendencia de Montevideo”.
Multas
Otro de los reclamos históricos de Cambadu es por el monto de las multas que ellos califican como muy altos: “en este momento tengo frente a mí 4 multas de 54 Unidades Reajustables (UR) de un sólo comercio. Son más de 250 mil pesos en multas, imposible de pagar para un comercio” aseguró Fernández.
Con respecto a este tema el objetivo de Cambadu es bajar el máximo de 54 UR que estipula la normativa para las multas. Para ello vienen trabajando con la Junta Departamental de Montevideo (JDM) y coordinando los casos con Facundo Pérez, Director del Servicio de Convivencia Departamental.
Seguridad
Los pequeños comercios barriales han sido históricamente muy vulnerables a la inseguridad ciudadana. Para Cambadu si bien se ha mejorado en esta materia existen muchas señales de alarma: “creemos que ha bajado un poco el delito pero no es para tirar las campanas al vuelo” dijo Fernández y agregó que “antes un comercio importante, tenías sumas importantes de dinero. Hoy en los comercios barriales las sumas que tienen son muy pequeñas pero existen robos que son por 2 pesos y a las 3 de la tarde”.
De todos modos Fernández aclaró que “si no hay sangre hoy los comerciantes ni van a hacer la denuncia”.
Contrabando
La problemática del contrabando es una preocupación de los comerciantes establecidos y hoy las diferencias cambiarias con la región lo han llevado a niveles que trascienden ampliamente la situación de los Departamentos fronterizos.
Al respecto Daniel Fernández afirmó que buscan soluciones en contacto con las autoridades: “nosotros estuvimos reunidos con Jaime Borgiani Director de Aduanas. Pero no es sólo un problema del litoral, basta ir a las ferias de Montevideo para ver todo el contrabando que hay en las calles” declaró..
Un ejemplo manejado por Fernández es el del costo del kilo de pan: “en Argentina vale menos de 80 pesos el kilo mientras que en Uruguay el precio es de 380”.
Con respecto a las soluciones propuestas por la agremiación de comerciantes Fernández destacó que “la única medida que vemos nosotros y lo planteamos al director de Aduanas, es la de cero kilo, pero entendemos que esa medida trae caos social”. Hoy en día el límite de kilos admitidos es de 5.
Según una investigación del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) en 9 Departamentos, el contrabando de alimentos y bebidas llegó a un valor anual de 320 millones de dólares en 2019 y el Estado se pierde de recaudar aproximadamente 70 millones de dólares anuales por esa causa.