Más allá de que es un derecho del ser humano, emigrar siempre es difícil; abandonar tu país de origen y buscar una mejor vida en otra nación es un desafío que lleva consigo muchas incógnitas. Este panorama se complica cuando el territorio que te recibe no tiene políticas migratorias favorables y el simple hecho de lograr regularizar el estatus migratorio es un trámite extenso y engorroso.
Esto se ve mucho en los Estados Unidos; el migrante que llega sin los permisos correspondientes se ve contra las cuerdas a la hora de legalizarse y poder desarrollar su vida con tranquilidad. El último registro menciona que 50.274 uruguayos viven en EE.UU., lo que representa el 13% de la población migrante de nuestro país.
Entre los connacionales que se encuentran en el país norteamericano, está Andrés Fagúndez, un docente de inglés salteño que llegó por primera vez a EE.UU. en 1988, pero se radicó de forma permanente en 1998. “Fui uno de los últimos becarios de Uruguay de la organización llamada AFS, y a finales de la década de los 80 terminé en un pueblito llamado Smithfield, en el Estado de Pensilvania, junto a otros 20 estudiantes”.
Como cualquier emigrante, el joven uruguayo superó algunos retos que te presenta el cambio de cultura: “La cultura gastronómica fue un verdadero reto; en Uruguay tenemos las mejores carnes del mundo y aquí durante un año lo único que vi eran ‘hot dogs’ de dudosa procedencia. Además, en la familia donde yo estaba, eran todos cazadores y en las heladeras de la casa había mucha carne de venado y eso es lo que comíamos durante toda la semana”, explicó. Situación que refleja contextos diferentes a los de su país de origen.
Diez años más tarde, por motivos personales, se terminó estableciendo en EE.UU., luego de muchos procesos en el camino. Hoy vive con su pareja y su hija menor en Brooklyn, en el Estado de Nueva York.
Después de dedicarse mucho tiempo al sector corporativo, en la actualidad tiene una agencia de viaje. Andrés Fagúndez, por mucho tiempo fue un activista de los derechos sociales y conformó una de las primeras parejas que se unió en matrimonio igualitario en la zona: “Fuimos partícipes de la gran movilización que fue el matrimonio igualitario y estamos muy contentos de que hoy haya ese respeto por los distintos tipos de familia que existen”, resaltó.
«El sueño americano es muy complicado cumplirlo»
Con las recientes acciones migratorias del gobierno de Donald Trump, a pocos días de haber asumido su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos, la comunidad latina en ese país se comienza a alarmar porque les puede impactar directa o indirectamente. Fagúndez asegura que en la actualidad “nadie escucha, ni toma en serio lo que dice Trump; es un gobernante más. Ahora, lo que hace, eso no nos está dejando dormir, literalmente, no nos deja dormir”, recalcó.
Explica que lo ocurrido con Trump y los migrantes no le afecta de manera directa o le causa algún temor, pero sí ve cómo le afecta a terceros. En su experiencia, comenta que lograr una atención médica de calidad en ese país es “extremadamente costosa”. “Yo soy afortunado de tener un seguro médico, pero me pongo a pensar en mis compatriotas y en mis vecinos latinos que no tienen ese gran privilegio de tener un acceso a la salud”, mencionó.
Además, para el uruguayo, Trump ahora atenta contra la salud de los migrantes que representan una gran fuerza laboral civil en ese país al querer bloquear los pagos del ‘Medicare’ (un equivalente al BPS). “Veo cómo Trump lleva adelante estas políticas para que el inmigrante, que es el que sostiene la economía de este país, se vea como un factor de riesgo social”, reflexiona.
Desde su óptica, menciona que el “sueño americano” es muy complicado cumplirlo y el uruguayo o latino que emigra debe entender que Estados Unidos es una sociedad diversa, multicultural y multiracial, “donde la periferia de la sociedad se revela y donde la periferia de la sociedad, que no participe en la torta grande del capitalismo, es inteligente”, describió. En cuanto a las deportaciones y la diferencia con los países anteriores, dejó claro que el Presidente que deportó a más inmigrantes de toda la historia de ese país fue Obama, por lo que se debe tomar con pinzas todo lo que se ve y dice la televisión.
Por otra parte, el propio Andrés maneja la página «Uruguayos en Manhattan» con más de 10 mil seguidores y afirma que todavía no conoce el primer caso de algún uruguayo deportado recientemente. De igual forma, dice que en el 2016 prepararon un informe con varios especialistas que habla sobre las “Repercusiones del Triunfo de Donald Trump en Materia Migratoria – en el caso de Uruguay» informe que a pesar de tener casi 10 años, sigue vigente.
Explica que la comunidad uruguaya residente en los EE.UU se compone mayoritariamente de gente trabajadora, en el rubro de servicios y de la construcción, de nivel cultural medio o medio-bajo y que arribó al país por motivos económicos. A su vez quienes llegaron luego del periodo del 2000 al 2003, en su mayoría “se encuentran en situación migratoria irregular, en virtud de la aprobación de enmiendas a la normativa migratoria vigente, que ha restringido la posibilidad de regularizar la situación a miles de inmigrantes indocumentados”.
Finalmente, agradeció que México y Uruguay tengan una buena relación diplomática, porque la embajada mexicana ha servido de refugio para los inmigrantes que necesitan ayuda gracias a los convenios entre ambos países, ya que la Embajada Uruguaya en Washington “tiene cero acercamiento con sus compatriotas. Les importa sacarse más la foto con un amigo de Trump en un campo de golf que ayudar a un uruguayo que está con sus tres o cuatro hijos en la calle, muriéndose de frío en Nueva York. Por eso, espero que cambie todo de forma rápida”, cerró.
Es verdad que el sistema de Salud que tenemos en uruguay es de los mejores del mundo En España amontonan gente en los hospitales publicos Que pasaria si a uno lo internaran en el Hospitak del cerro o en el Maciel junto a los acuchillados y asesinados de Montevideo? Esas cosas pueden pasar Si Trump solo expulsara a los narcos no seria nada Paga gente trabajadora esa politica migratoria Sobre las embajadas tambien en España son bastante indiferentes
El «sueño americano» era la propaganda con la que se enfrentaba en la guerra fría al otro bloque, muchos pobretones de Latam mordieron el eslogan y muchos hoy en día siguen con ese eslogan en la cabeza cruzando a pie o a nado el Río Bravo. Todo eso era solo una fachada que solo se cumplía para las élite blanca en el poder.
Finalmente, agradeció que México y Uruguay tengan una buena relación diplomática, porque la embajada mexicana ha servido de refugio para los inmigrantes que necesitan ayuda gracias a los convenios entre ambos países, ya que la Embajada Uruguaya en Washington “tiene cero acercamiento con sus compatriotas. Les importa sacarse más la foto con un amigo de Trump en un campo de golf que ayudar a un uruguayo que está con sus tres o cuatro hijos en la calle, muriéndose de frío en Nueva York. Por eso, espero que cambie todo de forma rápida”, cerró.
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